Opinión

Es que de bueno/a es tonto/a

Un juego de bolos. Imagen. Pixabay.

¿Qué te sugiere esta frase? ¿Te resulta familiar? ¿Alguna vez te han descrito así o has descrito tú a alguien?

Esta es una de las frases más comunes que escuchamos para describir a algunas personas. En nuestra sociedad y debido también a nuestra cultura, parece que lo que está bien visto es ser una persona sumisa, callada, abnegada y que lo da todo por, los demás olvidándose de su propio deseo. De hecho, este tipo de personalidad suele darse más en las mujeres, debido al historia de rol de cuidadora que la mujer arrastra.

Este tipo de personas no es que sean “buenas” (que si), pero va más allá. Son personas evitativas, inseguras, pasivas, sin asertividad, que acaban desarrollando problemas normalmente de identidad, autoestima, depresión y ansiedad.

Son personas que no se hacen cargo de su deseo, que no se responsabilizan de ellas mismas.  Lo que a priori parece una persona que lo hace todo por el resto, esconde un miedo atroz a decir lo que siente y piensa.

Estas personas ni son más buenas ni son más tontas. Son personas que seguramente hayan sido educadas en estos valores, en entornos en los que, si expresaba lo que pensaba, era censurada. Contextos en los que si no hacía o hace lo que la familia o entorno le demanda, es tildada de mala persona o EGOÍSTA.

Qué mala prensa tiene el egoísmo…

Cuando una persona que siempre ha estado atendiendo las demandas de los demás, comienza a atender las suyas propias, va a ser llamada egoísta, cuando lo único que está haciendo es priorizarse porque nunca lo ha hecho.

Estas personas llegan a terapia con una carga tremenda y muchísima culpabilidad, y cuando comienzan a hacer pequeños cambios, el entorno no suele tolerarlo bien.

Este tipo de personalidad dadora, suele establecer relaciones de sumisión, en las que creen que tienen que dar y dar para recibir un mínimo de afecto. Es por ello, que son muy susceptibles de caer en dinámicas relacionales del tipo dominancia sumisión en las que idealizan a las personas que les prestan un mínimo de afecto y atención.

Si conoces en tu entorno a alguien con estas características, puedes comenzar a ayudarla preguntándole qué opina, qué quiere y validando esas opciones, puesto que son personas con un tremendo miedo a hablar por miedo a la desaprobación.

Si eres tú quien te reconoces en estas características, te invitamos a que comiences a escucharte y a validar tus opiniones y creencias, tienes derecho a ello.

Pero recuerda, no es más bueno el que da sin límite, sino el que es fiel a sus valores y principios reales.

Si necesitas ayuda con tu autoestima o tus patrones relacionales, puedes acudir a nuestro equipo, escuchamos tu historia.

1 comentario en «Es que de bueno/a es tonto/a»

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