Mañueco elude decir si pactará con Vox

• Tudanca pide el cambio para evitarlo y “dejar atrás el régimen de 35 años del PP”
• Igea se muestra abierto a pactar con el PP sin Mañueco y no descarta al PSOE, pero sin UP

Ni Mañueco, ni Tudanca ni Igea. El protagonista del segundo y último debate electoral para los comicios autonómicos del 13 de febrero ha sido Vox sin estar en el plató, porque PSOE y Cs querían saber si el PP pactaría con el partido de ultraderecha en caso de necesitarlo tras conocerse el resultado de las votaciones.

Mañueco eludió dar una respuesta, como ha estado haciendo durante toda la campaña, aunque su invitada de honor del martes, Isabel Díaz Ayuso, le recomendó que si hay que pactar con Vox se pacta.

Insistió en que “el mejor pacto que puedo firmar es con las personas de Castilla y León”, a las que pidió “un mandato claro en las urnas para tener un gobierno fuerte con la mayoría suficiente para gobernar con ustedes. Soy el único que solo piensa en las personas y les ofrezco un gobierno centrado que conoce la realidad de esta tierra”, dijo.

Tampoco desmintió a la presidenta madrileña, por lo que PSOE y Cs dan por hecho ese posible pacto con la extrema derecha, aunque sin descartar la repetición de las elecciones buscando otro resultado.

Precisamente para evitar la entrada de la extrema derecha en el gobierno de la Junta y “para acabar con el régimen de 35 años del PP”, Luis Tudanca pidió el voto para el PSOE. El candidato socialista señaló que Igea “cerró la puerta al cambio (en 2019) y Mañueco se la ha abierto a Vox” al convocar estas elecciones, y solo aclaró que llegado el caso nunca pactaría con Vox.

Considera que a partir del domingo sobo habrá dos posibilidad, un acuerdo PP-Vox o que los ciudadanos le den la mayoría al PSOE “para que haya un cambio en Castilla y León tras 35 años” de gobierno del PP. “Tocamos el cambio con la punta de los dedos y para eso hay que ir a votar” el próximo domingo, concluyó.

Algo parecido a lo que pidió Igea a los ciudadanos, que vayan a votar, “porque si ustedes no votan, alguien decidirá por ustedes y, tal y como están las cosas, no les va a gustar”, dijo.

Fue el más claro a la hora de fijar las líneas rojas, que son “los derechos y libertades”, lo que excluye a Vox por la derecha, y por la izquierda a quienes «ponen en duda el funcionamiento del estado de derecho», Unidas Podemos, aunque no los citó. Solo le quedan PP y el PSOE, pero con condiciones.

Al PP le exigiría que no forzara la repetición de elecciones si finalmente le daba vértigo el pacto con Vox y, en segundo lugar, quitar a Mañueco como candidato a la presidencia, para quien tuvo sus primeras palabras en el debate al decir que los comicios del 13F “se han convocado desde la deshonestidad y la mentira” y que «nunca interactuaría con él porque sé lo que vale su palabra»..

Al PSOE no le puso ninguna objeción explícita, pero al eliminar de sus planes a Unidas Podemos, socio oficial del PSOE, estaría dejando pocas posibilidades a un posible acuerdo con los socialistas.

El segundo debate, como suele ocurrir, sirvió para que algunos candidatos corrigieran errores del primero y para que otros no la pifiaran.

Mañueco, que en el primero le hizo el vacío a Tudanca, optó por atacarlo, principalmente arremetiendo de nuevo contra Pedro Sánchez, y se presentó esta vez como el mejor gestor de un gobierno autonómico que tiene la mejor sanidad y los mejores servicios sociales.

Tudanca, a diferencia de la anterior cita, salió en defensa de Pedro Sánchez y resaltó las contradicciones e incumplimientos del PP, el debilitamiento de los servicios públicos y reprochó a Mañueco que promete cosas que los anteriores gobiernos del PP no han hecho en los 35 años de gestión, a lo que el candidato del PP replicó que “si llevamos 35 años, por algo será, porque hay sintonía, porque el PP es el partido de esta tierra”.

Igea, por su parte, dijo que Cs no promete nada, resaltó la gestión de los consejeros de Cs en los últimos dos años y medio, y pidió a sus adversarios políticos que “para las próximas elecciones no vengan con promesas, sino a cortar una cinta”. Les dio un baño en materia sanitaria y se mostró muy interesado en saber si el PP pactaría o no con Vox, pero Mañueco le dijo que “no sé a qué socio se refiere, porque yo quiero gobernar en solitario con el apoyo de todas las personas de Castilla y León”.

Todo lo demás, o sea, casi todo el debate (si es que este formato lo es), fue la promesa de una lluvia de millones que nos vamos a enterar.