Juan García-Gallardo, candidato de Vox a la Presidencia de la Junta, defendió este lunes que los castellanos y leoneses han señalado “rotundamente” que su formación tiene el “derecho y el deber de integrar el próximo gobierno de Castilla y León”.
ICAL. Aunque no habló de “sillones concretos”, ni siquiera de la Vicepresidencia a la que se refirió este domingo el presidente del partido, Santiago Abascal, el político burgalés sostuvo que “no regalará” sus votos al PP, y que su papel ahora es promover “un cambio de rumbo y un punto de inflexión”, que se basará en “derogar la legislación de izquierdas”, entre ella ley de Violencia de Genero o el decreto de Memoria Histórica, que pondrán sobre las mesas de negociación.
“No puede haber sorpresas al respecto, lo dije desde el primer acto de campaña. Hemos venido para cambiar el rumbo. Lo que prometemos, lo cumplimos; no somos como Pedro Sánchez. Utilizaremos los votos de miles de votantes para ello. Si alguien quería que el PP gobernara en solitario con el apoyo de Vox, que hubiera votado al PP. No voy a regalar votos a nadie”, espetó, en una intervención en la que salió solo, a pesar de la presencia de Abascal.