La autopsia preliminar confirma que Esther López, la joven desaparecida en Traspinedo (Valladolid), tenía una cadera rota y un latigazo cervical. Aunque no aclara la causa de la muerte, los traumatismos y una hemorragia interna fue lo que le provocó un shock hipovolémico.
Ical.- La autopsia definitiva espera tener los resultados de toxicología que podrán añadir más información que aclare las circunstancias de la muerte, según la información publicada por Telecinco.
Esas lesiones apoyan la tesis del atropello que ha hecho que la Guardia Civil busque vehículos tipo todoterreno que pudieron atropellar a la joven en la madrugada de su desaparición. Los investigadores del ERAT, Equipo Especial de Investigación de Accidentes, no encontraron marcas de neumáticos en la carretera. Por eso están haciendo un estudio de velocidad y proyección que pueda llevarles al modelo de vehículo.
La jueza mantiene a los sospechosos como investigados mientras el secreto de sumario no se levanta desde la desaparición el 5 de febrero. Las contradicciones de Ramón ‘El manitas’, Oscar y Carolo les pusieron en el foco de la investigación. Sus vehículos fueron examinados por el Equipos Central de Criminalística. No hallaron ningún resto biológico que los incriminara, ni por dentro ni por fuera.
Hasta que la tesis del atropello se convirtió en la principal, los investigadores dudaban de que ella se bajara del coche de Óscar cerca de La Maña y volviera sola por la carretera.
Dudaron de las coartadas de Carolo y sobre todo de Ramón que vivían tan cerca, pensando que Esther había estado en la vivienda de cualquiera de ellos antes de regresar a su casa de madrugada. Su móvil se apagó antes de las 6 de la mañana, sin batería.