Araceli Mangas, catedrática salmantina de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales advirtió este viernes sobre “el rencor y el resentimiento” que anida en el presidente ruso, Vladimir Putin, quien este jueves inició una ofensiva militar contra Ucrania, y aseguró que “en eso” le recuerda a lo que pasó «en los años 30 en Alemania” tras finalizar la Primera Guerra Mundial.
J.M.A. / ICAL. La experta cree, de hecho, que “no se ha respetado a Rusia como potencia militar y nuclear”, tal y como se recogía en los acuerdos desclasificados tras la caída de Mijaíl Gorbachov, y que eso Putin “lo ha metabolizado de manera terrible”.
Araceli Mangas consideró estevienes en declaraciones a la Agencia Ical que lo que está sucediendo es “un fracaso” de los medios diplomáticos tras la “amenaza en toda regla” escenificada por Rusia desde hace al menos mes y medio, según evidenciaban los masivos movimientos de tropas que transmitían los satélites. “Se veía venir porque un estado no traslada 150.000 personas, más toda la logística, y las pone al frente a la frontera de otro. Y eso no se ha podido detener por la vía diplomática”, lamentó. Además, señaló que sin haber pasado 48 horas desde el comienzo de la agresión, ya es posible determinar que los ucranianos “no tienen capacidad ninguna de resistencia”.
“Es verdad que Ucrania es muy inferior militarmente, y en capacidades tanto humanas como de recursos materiales, así que era de prever que no iba a poder resistir mucho tiempo, pero extraña la escasa organización previa porque los ucranianos no habían apostado tropas en toda la frontera norte con Rusia para defender Kiev”, apuntó. En su opinión, deberían haber establecido una línea para atrincherarse y parar los tanques fuera de la capital, aunque no fueran capaces de repeler los aviones. En este sentido, apuntó que como la Unión Europea «ya ofrece carta de refugiado» a los ucranianos es porque ha visto que, efectivamente, no hay ninguna capacidad de resistencia.
Por tanto, quien fuera Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades en 2017, tras calificar lo sucedido de “grave agresión con una invasión relámpago”, consideró que los ucranianos quizá harían bien en pensar en la rendición para «ahorrar vidas humanas». “Si Ucrania no puede defender el territorio porque no tiene medios, lo que hay que se defender son las vidas, tanto de la población civil como de los propios ejércitos. Si no hay más remedio, no es deseable, pero tampoco es una deshonra, porque lo importante es detener la guerra, algo que Rusia no va a hacer, eso está claro”, advirtió. En este punto, recomendó a Ucrania esperar a «una nueva negociación internacional» que, al menos, pueda «rebajar la tensión y que no vaya a más”.
Neutralización completa
Teniendo en cuenta la cantidad de tropas que ha enviado Rusia, la catedrática ledesmina cree que Putin pretende «neutralizar por completo a Ucrania» y “hacer inviable que puede tomar cualquier decisión autónoma que perjudique sus intereses estratégicos”. En esencia, según matizó, lo que está reclamando Putin a Occidente es que la seguridad europea “sea una cuestión de todos” y que Rusia figure en los acuerdos.
“No se puede determinar solo la seguridad de la Alianza Atlántica y sus exclusivos intereses. Eso es razonable y es un acuerdo al que se debió llegar hace un tiempo. De hecho, se alcanzó, en realidad, cuando cayó Gorbachov, lo que pasa es que luego no se ha respetado”, advirtió Mangas.
Algo que, según la experta, Vladimir Putin no perdona. “En eso recuerda mucho lo que pasó después de la Primera Guerra Mundial, sobre todo en los años 30, en Alemania. No se trata de hacer concesiones gratuitas, sino de hacer concesiones para que Rusia pueda convivir con nosotros. No quiso hacer la Unión Europea y esa torpeza la estamos pagando”, criticó.
Dado que, según subrayó, el conflicto no se puede arreglar por la vía militar porque “está claro que la Alianza Atlántica no quiere y Estados Unidos tampoco”, para Araceli Mangas, ahora hay que negociar. “En el peor de los casos, van a por todo el territorio. Y en el mejor, solo van a por un franja para cerrar a Ucrania la vía al mar y que sea un estado interior que no tenga valor para la Otan”, resumió sobre las intenciones de Putin en territorio ucraniano, además, por supuesto, de implantar en Kiev un gobierno “fantoche”, una suerte de protectorado de Rusia.
“Cambiar las opciones de Ucrania como miembro de la Otan es la exigencia de Putin y es, en verdad, lo que se le prometió a Gorbachov y a Yeltsin, como consta en documentos desclasificados ya hace tiempo. Y Putin no ha aceptado la violación masiva de esa voluntad de respetar a Rusia que tuvieron entonces Bush y otros dirigentes en Europa”. Así, Araceli Mangas apuntó sobre el líder ruso que es «un tipo con determinación, algo salvaje y primitivo” al que “le ha salido la Rusia de los zares” y que considera que “Rusia no tiene que consentir esa humillación”. “No es que quiera reconstruir la Unión Soviética, como dicen en las tertulias, sabe perfectamente que eso no es posible, pero sí quiere la grandeza clásica de la Rusia de los zares”, matizó.
En definitiva, insistió en que a Europa le interesa entenderse con Rusia y frenar a Putin, pero remarcó que “no se le puede seguir engañando” y tampoco «considerar que es el único que ha violado el derecho internacional”. Y advirtió sobre lo que podría pasar en el futuro. “Lo está violando de manera muy grave y está poniendo a Europa al borde de la guerra si va más allá de Ucrania. Si lo intenta también con Polonia, Hungría o cualquiera de los países limítrofes, estaríamos hablando de algo ya muy serio que llamaría a filas a todos los estados miembros de la Alianza Atlántica y entraríamos en una guerra tremenda”, finalizó.