Castilla y León es la tercera comunidad autónoma de España donde más ha matado el COVID desde el inicio de la pandemia por el envejecimiento de la población. No en vano, cuenta con una tasa de mortalidad por coronavirus por cada 100.000 habitantes de 344,4, solo por detrás de Aragón (365,5) y Castilla-La Mancha (344,8). Un dato que está muy por encima de la media nacional, con una tasa de mortalidad del 209,5.
Según los datos consultados por la Agencia Ical del número de fallecidos por COVID facilitados por el Ministerio de Sanidad en sus informes diarios, con la información facilitada por las comunidades autónomas, y la población recogida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Castilla y León acumula desde marzo de 2020 un total de 8.194 muertos por coronavirus confirmado, a fecha del pasado jueves. Por lo tanto, la tasa de muertos en proporción a sus habitantes (2,37 millones) está cercana a los 350 fallecidos por cada 100.000 personas. A continuación, aparecen territorios como La Rioja (286,2), País Vasco (282), Madrid (256,8) y Asturias (242,3).
En números absolutos, las comunidades más pobladas son las que han reportado más muertos por el COVID como Cataluña (17.885) y Madrid (17.299), seguida de Andalucía, con 12.687, que está en tercer lugar, pese a ser el territorio de España con más habitantes. En el lado opuesto, están los 758 de Cantabria y los 904 de La Rioja.
En el conjunto de España, la pandemia se ha llevado por delante la vida de 99.162 ciudadanos, por lo que la tasa de mortalidad se sitúa en 210. Los 8.194 fallecidos notificados por la Junta de Castilla y León a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, dependiente del Ministerio de Sanidad, son inferiores a los 13.154 que recogen las estadísticas de la Consejería. No en vano, en este apartado se incluyen las personas fallecidas tras diagnóstico COVID (confirmados y compatibles con la enfermedad), desde el inicio de la pandemia.
El baile de estadísticas se completa con los datos ofrecidos a diario por las consejerías de Sanidad y Familia e Igualdad de Oportunidades sobre los fallecidos en los hospitales de la Comunidad (con diagnóstico COVID), que se elevan a 7.145, y los muertos en residencias (confirmado y con síntomas compatibles), que suman 2.241 Por lo tanto, son 9.386, un dato que difiere de los 8.194 comunicados por la Junta al Ministerio.
La elevada tasa de mortalidad en la Comunidad está motivada por el envejecimiento de la población y está comprobado que el COVID afecta, sobre todo, a las personas de mayor edad. Según las cifras colgadas por la Junta en el Portal de Datos Abiertos, el 74,6 por ciento del total de muertos contabilizados hasta ahora tiene más de 80 años, hasta los 9.824. Es decir, casi ocho de cada diez fallecidos por COVID en Castilla y León son de avanzada edad. Les siguen los decesos registrados en el tramo entre 70 y 79 años, que suponen el 14,6 por ciento (1.928 muertos) y los que tenían entre 60 y 69 años, con el 7,1 por ciento (937 fallecidos).
24,5% con más de 65 años
Una realidad que viene marcada por el envejecimiento demográfico de Castilla y León. No en vano, la Comunidad encabeza el porcentaje de personas mayores de 80 años en relación al total de su población en el conjunto de España. En concreto, el 8,3 por ciento de los habitantes de la región supera esa franja de edad frente al 5,4 por ciento nacional.
En el caso de los que tienen más de 65 años, ese porcentaje se sitúa en el 24,5 por ciento del total, por detrás de Asturias (25,2 por ciento) y Galicia (24,6). Es decir, uno de cada cuatro castellanos y leoneses residentes en la Comunidad tiene una edad que supera los 65 años.
De esta manera, de los 2,3 millones de habitantes de la Comunidad (a fecha de julio de 2021, según el último padrón actualizado del INE), hay casi 584.000 residentes que superan los 65 años, y cerca de 200.00 castellanos y leoneses (198.234, en concreto), por encima de los 80.