Los vecinos de Santibáñez de Béjar han mostrado este domingo su rechazo ante la decisión de Unicaja Banco de cerrar la sucursal en que la entidad venía prestando sus servicios a la población local. También están previstas dos concentraciones más, el próximo martes y viernes ante la oficina bancaria del municipio.
Este domingo a las 13:30 horas, los vecinos de Santibáñez de Béjar se han manifestado en defensa del mantenimiento de los servicios básicos. Con este acto, promovido desde el Ayuntamiento, se ha querido dejar patente el malestar de los vecinos con la decisión de cerrar la sucursal en la que Unicaja ha venido prestando sus servicios desde hace décadas. Este tipo de medidas, calificadas como “ofensa y atropello hacia el medio rural”, afectan especialmente “al colectivo más vulnerable, los más mayores”. Además, se “fomenta el riesgo de despoblación en el mundo rural”.
Durante la concentración, en la Plaza Mayor del pueblo y a la que ha acudido más de un centenar de vecinos que han desplegado varias pancartas, se ha procedido a la lectura de un manifiesto por parte del alcalde Roberto Muñoz. El regidor ha pedido “una solución inmediata”, ya que, si no “todos los vecinos retiraremos nuestras cuentas de esta entidad”, empezando por la del Ayuntamiento. El propio Muñoz ha insistido en que la única explicación que el Ayuntamiento ha recibido ha sido que “las órdenes vienen de arriba”.
A lo largo de las últimas semanas la entidad bancaria ha mostrado su voluntad de cerrar la oficina y vender el local. Este mismo procedimiento se está produciendo en numerosos municipios cercanos, como Lagunilla o San Esteban de la Sierra. Tras las quejas de los afectados y del Consistorio, la opción que ha dado la compañía ha sido que el Banco Santander (la otra entidad establecida en el pueblo) ponga un cajero en el que los clientes de Unicaja puedan realizar sus operaciones. Por otro lado, también han solicitado al Ayuntamiento un local libre de gastos en el que prestar sus servicios. Sin embargo, estos únicamente comprenderían “labores informativas”, no pudiendo realizarse, entre otras, ingresos o retiradas de efectivo.
Los más afectados y los que muestran una mayor preocupación, una vez más son los clientes de mayor edad. En este sentido, son los que generalmente no utilizan los servicios de la banca online. Muchos de ellos tampoco disponen de vehículo para desplazarse hasta otras localidades y obtener dinero en efectivo. Además, ante la posibilidad del establecimiento de un cajero, muchos de ellos lamentan no saber cómo funciona.