Masticar chicle es una práctica habitual para algunas personas. Esto, a pesar de suponer algunos beneficios, puede generar problemas a ciertas personas. Especialmente, los expertos desaconsejan esta práctica para quienes padezcan algunos problemas digestivos o dentales.
Para aquellas personas que tienen como una práctica habitual el hecho de mascar chicle, hay una serie de recomendaciones para evitar ciertos problemas. Especialmente aquellos que deben poner más atención a dichos consejos son quienes sufren problemas dentales, así como digestivos, como gases, acidez o irritación de estómago.
En primer lugar, todos los expertos coinciden en que los chicles no pueden sustituir al lavado de los dientes. En este sentido, consideran esencial lavarse los dientes, utilizar un buen colutorio, así como hilo dental después de las comidas, especialmente para prevenir las caries. Desde el Consejo de Dentistas indican que “de forma excepcional, en casos de olvido o en los que la limpieza no fuera posible”, se puede optar por tomar chicles sin azúcar y con xilitol después de comer. Este tipo de gomas de mascar aumentan el pH de la boca. De esta manera, se dificulta “la acción agresiva de las bacterias, estimulando la salivación”.
Dicho organismo también ha explicado que “la acción de mascar un chicle (sin azúcar) tiene efectos positivos para nuestra salud bucodental, como el arrastre de los restos alojados, el aumento de la salivación y la neutralización de los ácidos. Por lo tanto, contribuye, en cierta manera, a la autolimpieza dental. Sin embargo, en ningún caso el hecho de mascar un chicle puede sustituir a los hábitos de higiene bucal básicos. En este sentido, el cepillado dental diario es un método capital e insustituible para la eliminación de la placa bacteriana y la prevención de la salud de dientes y encías”.
Por último, aquellas personas a las que se recomienda evitar el consumo de chicles son las que padecen algunos problemas dentales. Así pues, aquellos que tienen bruxismo o llevan aparato de brackets no deben tomar chicle, pues se puede enganchar en los brackets y dañarlos. Tampoco deben masticar chicle habitualmente quienes padezcan problemas digestivos como gases, acidez de estómago o digestiones pesadas. Masticar chicle, después de las comidas, con la boca abierta o con azúcares puede conllevar un agravamiento de sus dolencias. En este sentido, puede aumentar la posibilidad de padecer gases, acidez, irritación e, incluso, diarreas.