Cómo evitar que se sequen las puntas de las hojas de las plantas

Cuando las puntas de las hojas de las plantas comienzan a ponerse de color marrón significa que algo no va bien. En estos casos, si no se pone remedio, la planta puede llegar a secarse por completo. 

Este problema de sequedad puede afectar tanto a las plantas de interior como a las de exterior. Generalmente, se produce por alguno de los siguientes motivos:

• Falta de agua. La falta de riego provoca que la planta no reciba el agua y los nutrientes que necesita. Además, si el sustrato en el que se encuentra el vegetal está duro y seco, se debe regar con moderación. Esto se debe a que la tierra seca precisa de varios días para alcanzar el nivel de humedad óptimo.
• Exceso de sol. Algunas plantas no aguantan estar expuestas directamente a los rayos del sol. Por ello, se debe conocer qué necesidades tiene cada una para ubicarla en el lugar adecuado. En estos casos también se debe prestar atención al efecto lupa, si la planta está detrás de un cristal.
• Exceso de agua. A pesar de que no suele ser lo habitual, puede que la planta no absorba el agua debido a un mal drenaje de la tierra o la maceta. En estos casos, además de controlar el agua durante el riego, se debe enriquecer el sustrato y darle mayor densidad. Así pues, es recomendable añadir turba o humus de lombriz, lo que dará sujeción y nutrientes, así como facilitará la hidratación.
• Corrientes de aire. Una corriente de aire seco puede provocar el deterioro de las hojas de las plantas. Los cambios bruscos de temperatura también pueden generar estos problemas. Para evitarlo, se debe proteger a las plantas de exterior con un plástico o un toldo de las heladas y la nieve.
• Sequedad ambiental. Esto puede producirse debido al uso de la calefacción. Para remediarlo se puede cambiar la planta de ubicación, así como pulverizarla con agua a diario. Las plantas tropicales suelen ser las más afectadas por este problema.
• Enfermedades y plagas. Este tipo de problema lo generan los hongos, bacterias, insectos o parásitos (pulgones cochinilla, filoxera, mosca blanca), entre otros. Las principales soluciones consisten en fumigar las plantas con insecticidas, tratamientos fitosanitarios. El control biológico son predadores naturales también puede remediarlo.
• Daño en las raíces. Suele producirse cuando la placa crece considerablemente y no se ha trasplantado a un tiesto de mayor tamaño. De lo contrario, las raíces pueden compactarse o comprimirse, por lo que quedarán atrofiadas y no funcionarán bien.
• Nivel alto de sodio en el sustrato. Esto puede provocar un alto grado de salinidad en la tierra, que deshidratará la planta. Se puede contrarrestar con productos específicos, o renovando el sustrato, añadiendo materia orgánica y regando adecuadamente.