La Universidad de Salamanca decide mantener símbolos fascistas en el edificio del antiguo Banco de España que albergará el Centro Internacional del Español de la Usal.
Así lo reconoce en una pregunta al Gobierno realizada por el senador de Compromís, Carles Mulet, que venía exigiendo la retirada de los escudos franquistas del edificio del antiguo Banco de España de Salamanca.
El edificio fue cedido en afectación a la Universidad de Salamanca en virtud de la ley de memoria histórica de 2007 por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura.
La Universidad ha comunicado que los dos escudos que aparecen en la fachada del edificio del Centro Internacional del Español de la Universidad de Salamanca, con los elementos conocidos y algún añadido, siguen el modelo establecido en 1938 por el régimen franquista, instaurado como consecuencia de un golpe de Estado ilegal contra el Gobierno legítimo de la Segunda República Española, en julio de 1936, como una imagen del momento y de la ideología que concibió la construcción de este edificio para sede del Banco de España en Salamanca.
Asimismo, señala que el citado edificio figura actualmente en el Catálogo de Edificios de Interés, sobre el que hay decisiones sobre su estructura y fachadas, entendiendo la Universidad como decisión adecuada a la preservación estructural del edificio la resignificación de los símbolos franquistas, que se realizará con el establecimiento de dos placas explicativas del edificio y su contexto histórico, de un tamaño significativo en el interior y en el exterior del edificio, con versiones en español y en inglés, dado que el nuevo uso del edificio supondrá la llegada de numerosos estudiantes extranjeros. La colocación de las placas se llevará a cabo con la realización de un acto de homenaje a las víctimas de la dictadura.
Por último, concluye la Universidad de Salamanca que los elementos de resignificación están teniendo mucha aceptación en Europa, por cuanto suponen una explicación rigurosa con fines pedagógicos de lo que significaron los regímenes de corte fascista en el continente, y que en España se ha desarrollado en la Universidad Laboral de Gijón.
Por último, se recuerda que el Proyecto de Ley de Memoria Democrática, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 20 de julio y actualmente en tramitación en las Cortes Generales, incluye una Sección específicamente dedicada a “Símbolos, elementos y actos contrarios a la memoria democrática”, que contiene una definición más precisa de este tipo de elementos a retirar, ya sean de titularidad pública o privada, la regulación y alcance de Catálogo de vestigios y elementos contrarios a la memoria democrática y un procedimiento detallado de retirada o eliminación de elementos contrarios a la memoria democrática, de no haberse producido de manera voluntaria, así como medidas expresas en caso de incumplimiento.
Para el senador valencianista «esta decisión es un error, ya que con la misma excusa, se podrían mantener todos los símbolos fascistas existentes en España, por muchas placas explicativas en el interior, ninguna será igual de grande y visible como los escudos de un régimen genocida, la memoria de las víctimas continuará humilladas con el mantenimiento de un régimen genocida, y todo esto demuestra la insuficiencia de la actual legislación en materia de memoria democrática, y más ahora con un partido fascista formado parte del Gobierno de Castilla y León, ojalá la Universidad de Salamanca rectifique, o podamos elaborar desde el legislativo una ley de más alcance, para evitar casos como estos».
