Las mujeres toman la delantera al volante

Los jóvenes tienen menos prisa por sacarse el carnet de conducir
Manuel Cascón, responsable de la autoescuela Km1. Fotografía. JOTA. (1)

La supremacía masculina al volante ha cambiando, y desde la pandemia las mujeres son mayoritarias en las autoescuelas para obtener el permiso conducir. Ahora se ha producido otro cambio: los jóvenes cada vez tienen menos prisas por sacarse el carné de conducir. 

Manuel Cascón Cornejo, responsable de la Autoescuela Km1 ha explicado a este diario la situación actual del sector. “En los últimos años, la edad media de los alumnos se ha ido retrasando ligeramente. La media actual entre los aspirantes al permiso tipo B está entre los 18 y los 23 años”, indica. Además, “desde la pandemia ha aumentado el número de mujeres. En el carné tipo B hay más mujeres que hombres”. No obstante, en otros carnés, como el de moto y los profesionales (camión, autobús…) “sí predominan más los hombres. Aunque sí que es cierto que a este último se están incorporando bastantes mujeres”.

El sector de las autoescuelas sufre una considerable estacionalidad. Esto se debe a que los alumnos “principalmente se matriculan en dos fechas: a principio del verano y a principio del mes de septiembre. En nuestro caso, como estamos en una ciudad universitaria, se matriculan principalmente cuando terminan los estudios, especialmente aquellos que hacen selectividad. Y luego, a principio de otoño, como es el inicio del curso no suelen tener exámenes. Además, en esas fechas también llegan personas de otras ciudades”, apunta Cascón. No obstante, matiza, “se produce ese apretón, pero luego van espaciándose a la hora de terminar”.

Manuel Cascón, propietario de la autoescuela Km1. (Foto: Jota)

En cuanto al grado de necesidad que lleva a los aspirantes a sacarse el carné, el responsable de Km1 explica que “los profesionales de la conducción se lo sacan todos por necesidad”. Respecto a este grupo de personas, muy demandados en el mercado laboral, Cascón indica que “consiguen de inmediato un puesto de trabajo. Y si no, se lo conseguimos nosotros. Porque tenemos bastantes solicitudes de empresas que necesitan conductores profesionales”. “También funcionamos como agencia de empleo”, bromea.

Esta cuestión da un giro de 180° cuando se trata de obtener el carné tipo B, el de coche de toda la vida. “La gran mayoría se lo saca ‘por si acaso’. Como es una cosa que generalmente es necesaria en la vida, se hace. Hace años, los jóvenes lo sacaban con gran ilusión, pero ahora aproximadamente la mitad de los jóvenes que sacan el permiso de la clase B lo hacen empujados por sus padres. Aquella ilusión que había hace unos años de cumplir los 18 y sacar rápidamente el carné de conducir, hoy día buena parte de los jóvenes carecen de ella”.

A esta pérdida de ilusión por conducir, se le añade un menor uso del coche, “motivado también porque los jóvenes retrasan la hora de empezar a trabajar. Entonces, no tienen autonomía económica y dependen de sus padres para pagar los gastos que conlleva un coche”. Por último, Manuel Cascón considera que el perfil de los alumnos ha cambiado “totalmente” en los últimos años. “Especialmente en la parte teórica. Todo influenciado por la normativa, por las leyes”.

“Hace 10 o 15 años era más difícil aprobar el examen teórico. Ahora está publicado y los jóvenes lo tienen en el móvil. Por ello, no sienten la necesidad de ir a la autoescuela porque ‘como tengo el examen, me lo miro y ya está’. Sin embargo, se lo miran, en forma de test, pero no estudian el manual. Por tanto, hay más porcentaje de suspensos en el teórico ahora que hace 15 años. Además, tienen otro inconveniente: como no se saben las normas, porque a base de hacer test no se aprenden, cometen más errores en el coche y necesitan dar más prácticas ahora que hace unos años”, concluye.

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