El Ayuntamiento liquidó el Presupuesto de 2021 con un superávit de 11.103.309 euros, un dinero que dejó de invertir en los ciudadanos en plena pandemia y que guardan en la hucha como prueba fehaciente de que no hacen casi nada, salvo pagarse bien a sí mismos y a las empresas amigas. Amén de seguir pagando los fados y despilfarros del 2002 que corrieron por su cuenta.
El capital vivo de la deuda municipal se situó a 31 de diciembre de 2021 en 74.145.593 euros y una ratio de deuda sobre ingresos corrientes del 47,24%.
La intención del Ayuntamiento es destinar el superávit obtenido en liquidación del ejercicio de 2021 a reducir el capital vivo de la deuda municipal «y atender los mayores gastos que puedan sobrevenir por el incremento de los costes de los suministros energéticos y de combustibles, por la necesidad de atender nuevas necesidades sociales (como puede ser el incremento de ayudas para las familias y personas en situación de vulnerabilidad)». O sea, que no lo invirtió el año y hemos de creernos que lo hará este.
El caso es que el año pasado dejó sin invertir el 70% de lo proyectado, como muestra de su sinvivir por los salmantinos. Lo mismo de siempre.