El Tormes ha dado un paso más en la eliminación de barreras y ha señalizado el Centro Comercial con diferentes pictogramas que identifican a cada uno de los establecimientos y espacios comunes.
De este modo, ayuda a las personas que están dentro del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), pero también a personas con discapacidad intelectual, mayores, con dificultades de comunicación (parálisis cerebral. discapacidad auditiva, hipoacusia, sordera, TEL), con problemas para orientarse (Alzheimer, demencia…), que no conocen el idioma, con alteraciones sensoriales y niños (siempre comprenden mejor una imagen que un texto).
Este trabajo se ha desarrollado gracias a la colaboración de la Asociación para la Inclusión de Personas con Autismo (AIPA). El Centro Comercial se ha querido sumar de este modo a la campaña de visibilidad y sensibilización del Trastorno del Espectro del Autismo. El Tormes quiere ser un espacio en el que todas las familias puedan disfrutar de sus servicios, así como del tiempo de ocio y entretenimiento. Con esta iniciativa, además, El Tormes se convierte en la primera gran superficie comercial inclusiva de Salamanca.
Los pictogramas, creados por ARASAAC, han sido personalizados por la asociación AIPA especialmente para El Tormes e indican los diferentes tipos de establecimientos del Centro Comercial (tiendas de ropa, ópticas, supermercado, peluquerías, restaurantes, etc.).
Se trata de una medida que pretende “romper la burbuja” y favorecer que todos nos sintamos iguales. Vivimos en un mundo eminentemente visual y, por tanto, los pictogramas, como parte del lenguaje visual que nos rodea, resultan familiares y fáciles de entender. Es una forma de ayudar a quienes lo necesitan a orientarse más fácilmente en su entorno y comunicarse con otras personas.
Los pictogramas ayudan a niños con necesidades especiales (con autismo, discapacidad intelectual, síndrome de Down, deficiencia auditiva…). Además, en la mayoría de estos casos, la comunicación con pictogramas se convierte en aumentativa, ya que favorecen la aparición del habla cuando no existe una causa fisiológica o neurológica que lo impida. Por otro lado, los apoyos visuales son una forma de crear un entorno más predecible y comprensible, facilitando el aprendizaje y el desarrollo de habilidades de la vida cotidiana.
Pero también ayudan a niños y adultos con graves dificultades físicas (parálisis cerebral, traumatismo craneoencefálico, ictus…). En estos casos, en los que las habilidades motrices están afectadas y no permiten el lenguaje oral, el uso de pictogramas se convierte en un sistema de comunicación alternativo que posibilita a las personas conectar con su entorno cercano y comunicar no sólo sus necesidades y deseos sino también sus ideas, emociones y opiniones.
Las personas mayores, especialmente aquéllas que sufren un deterioro cognitivo; los niños que comienzan a leer o con dificultades para comprender la palabra escrita; los extranjeros y migrantes son otros colectivos a los que puede ayudar el uso de pictogramas.
Con esta iniciativa, El Tormes sigue dando pasos en la eliminación de barreras. Hay que recordar que, desde el mes de mayo de 2021, El Tormes cuenta también con un servicio de acompañamiento con el que se trata de ayudar a las personas con movilidad reducida durante sus compras o sus ratos de ocio en el Centro Comercial.