“Mamá no me copies. Tú no eres de decir mood o random. De hecho, no te pega”. Estas palabras las compartía el otro día con mi madre. Son vocablos que nos ‘pertenecen’ a los que formamos parte de la llamada Generación Z, los nacidos entre los años 1994 y 2010, los que hoy tenemos entre 12 y 28 años.
Esta generación se ha visto más influida que ninguna otra por el mundo tecnológico e Internet. En mitad de toda esa vorágine esto ha tenido resultados en su argot. Son los nativos digitales por excelencia y, como es lógico, ese uso masivo de redes sociales y tecnología en general, lo que ha hecho que se cree mayor contacto con personas de diversos lugares del mundo.
De esta manera, se ha ido desarrollando un nuevo vocabulario entre los jóvenes, que mezcla tanto viejos conceptos, como anglicismos o, simplemente, nuevas palabras o abreviaturas, más típicas en la mensajería instantánea. Esto hace que en ocasiones sea complicado entenderse entre personas que no conviven con esas palabras.
Cuando se dan estas conversaciones online son comunes los términos Lol o yass. Yass podría definirse como algo parecido a fantasía, o decir “sí” de forma exagerada y, lol se referiría a algo sorprendente o raro, aunque su definición más común, viene dada por proceder del acrónimo Laughing out loud, en español “me río mucho”.
Otras expresiones que destacan son “+1” o “RT”, se utilizan después de un comentario. Aquí se da la razón a esa nota. Provienen de la red social Twitter y sería como dar me gusta o retweet interacciones intrínsecas de dicha aplicación.
Por otro lado, es común expresarse poniendo una letra “F”, esta se escribe para expresar respetos o reconocimiento a una tercera persona de forma dramática, desafortunada o, incluso, ridícula. De esta forma, el tópico de que “es difícil entender a los adolescentes hablar o, que parece que hablan en clave” queda retratado.
Son expresiones que pueden resultar complejas para generaciones anteriores, salvo que se conviva con la jerga.
En una encuesta realizada por Babbel, una plataforma dedicada al aprendizaje de idiomas enfocados en las conversaciones más cotidianas, se reveló que el 60,5% de las personas mayores de 40 años que pertenecen a la Generación X (entre 40 a 54 años aproximadamente), muestran dificultades en el entendimiento del argot de los más jóvenes.
Además, en otro informe realizado por la misma entidad, se señaló que esto sucede dado que el 88% de los Centennials (de 18 a 24 años), hace uso de expresiones o acrónimos procedentes del habla inglesa. Muchos de los encuestados de la Generación X piensan que los jóvenes no utilizan el lenguaje de forma adecuada, el 56% habla de la “pérdida” del castellano.
Aunque parezca imposible, si se profundiza, se pueden reconocer términos similares o experiencias comunes en diferentes épocas y, de esa forma, las diferencias no parecerían tan abismales. Cada vez son más los padres, adultos o docentes que incorporan estos términos a su vocabulario habitual, todo con el fin de mantener un código comunicacional común y acercarse a los adolescentes o, a fuerza de escucharlos. Todas las generaciones, al fin y al cabo, se adaptan al contexto, las modas o los consumos.
La Generación Z suele nombrar a los mayores, de forma peyorativa, como boomers, debido a su falta de actualización con las nuevas tendencias. Aunque este término proviene de la expresión “OK, boomer”, nacida a lo largo del 2019 por la popularización de un meme en Internet, la cual hace referencia a las personas nacidas en el boom económico que siguió a la Segunda Guerra Mundial, de ahí su nombre.
Sin duda, una nueva cultura propia, asociada a todo el mundo audiovisual, videojuegos, como el término NPC (personaje no contable en el juego, es decir, persona común) y, sobre todo, las redes sociales. MDLR es otro de esos acrónimos tan sonados, su origen se encuentra en la expresión francesa Mec de la rue, en español “chico de la calle”, al igual que la expresión “te falta calle”, se refiere a esos jóvenes criados en un barrio y/o en la calle, con todo el estilo que ello pueda conllevar. Se suele definir como una forma de vida y llegó a la fama gracias al cantante Morad, entre otros.
Así, palabras que pueden resultar un gran interrogante entre los adultos son, por ejemplo, algo que da cringe (algo que da grima) o una persona random (“aleatorio”).
La Generación Z denomina crush al amor platónico que nunca se va a materializar, puede ser alguien conocido de su círculo o algún famoso. Stalkear viene dado por la palabra inglesa Stalker, que en español significa “acosador”, se trata de curiosear las redes sociales de una persona. Cool es más común para otras generaciones, “algo esta de moda” o es “molón”. Al igual que hype que sería algo similar a “emocionarse exageradamente por algo”.
Por otro lado, expresiones como too much, un anglicismo de los más populares, significa “demasiado”. “De locos” recuerda a la expresión “de vicio” y, es lo mismo, que decir que algo es increíble o maravilloso. Ahora que esta de moda estar fitness (en forma), ha aparecido “mamadísimo”, con el mismo significado, estar musculado o fuerte, incluso, que algo “mola mazo”.
Más términos en español serían: “salseo”, y no, no es ningún aliño, la RAE lo define como “entrometerse o meterse en todo”, al fin de cuentas “cotillear o discutir”, es muy utilizado entre la comuna de youtubers. “Piketón” es símil de “refachero”, algo que está muy bien o guay o un tipo de persona y vestimenta con un toque “vacilón”.
“Elegante” ya no es ir vestido de gala o con la ropa de los domingos, va desde estar de acuerdo con algo a decir que algo está “divertido”.
“Ragear” es enfadarse y “rayarse o rallarse” expresa preocupación. Una palabra que puede ser más conocida es “Kelly” que es casa.
Se podría seguir y seguir con esta lista que hoy día es interminable y cada vez mayor, el lenguaje evoluciona, al igual que los tiempos. Salir a la calle es la mejor manera para poner en práctica estos términos y comprender las nuevas tendencias. Aprende el shippeo, a tirar beef, el “bacaneo” y el “joseo”, vístete “del rollo”, ve “trifásico”, conoce a “jambos y jambas, pibes y pibas, wuachos” y hazte sus “panas o bros”, se “artista pirata”, y comparte y aprende.
Información: Lucía Almaraz Hernández