Luis Miguel Real es psicólogo especialista en adicciones. Estudió el master de Psicología Clínica del Centro de Terapia de Conducta de Valencia, y el máster de ‘Investigación, tratamiento y patologías asociadas en drogodependencias’, de la Universidad de Valencia. Actualmente trabaja con pacientes de todo el mundo mediante terapia online. Estará presente en el evento online y gratuito el evento ‘Las mil caras de la ansiedad’
¿Cuándo se puede decir que una persona es adicta? ¿Cuáles son las señales de alarma?
La característica principal de una adicción es la pérdida de control sobre la conducta. La persona sufrirá serios problemas para no consumir, a pesar de ser consciente de las consecuencias negativas de su conducta.
También, el consumo de esa sustancia (o esa actividad adictiva) eclipsará el resto de actividades de la vida. Básicamente, la persona pensará que su única forma de disfrutar de la vida es mediante la conducta adictiva.
Otro detalle importante es que la persona usará las conductas adictivas para autorregularse emocionalmente. Es decir, para sentirse mejor ante emociones desagradables, como la ansiedad, la tristeza, el aburrimiento, la soledad, etc. Y sentirá la tentación de volver al consumo casi siempre que se sienta mal.
¿Es diferente tratar una adicción al trabajo, deporte, compras,… que a sustancias?
Los procesos de tratamiento para adicciones conductuales (apuestas, compras, sexo, etc) son muy parecidos a los tratamientos para adicciones químicas (tabaco, cocaína, alcohol, cannabis, etc) En casi todos los casos habrá que aislar a la persona de ciertas situaciones que conlleven un gran riesgo de recaída, limitar su acceso a la sustancia o actividad (controlarle el dinero, excluirle de las casas de apuestas, etc), y un importante trabajo personal y emocional para volver a disfrutar de la vida sin drogarse o apostar.
¿Cómo se comporta nuestro cerebro cuando somos adictos?
Es parecido a cuando desarrollamos cualquier tipo de hábito. Cuando montamos en bici por primera vez, nos cuesta mantener el equilibrio y tenemos que esforzarnos por no caernos. pero llega un momento en que el cerebro automatiza la tarea, y ya podemos montar en bici ‘sin pensar’.
Algo parecido pasa con las adicciones, solo que el proceso de aprendizaje para la conducta de consumir se lleva al máximo. En ciertas situaciones, el cerebro hace ‘clic’ y de repente la persona siente un deseo extremadamente fuerte por consumir, de manera automática. El tratamiento se centrará en ayudar a la persona a romper esos patrones de aprendizaje, a modificarlos poco a poco.
¿La irrupción de internet está haciendo que las adicciones sean diferentes?
La popularización del uso de internet ha aumentado los casos de adicciones conductuales asociadas al uso de internet. Hace 20 años, tenías que salir de casa, bajar al bar para jugar a la máquina ‘tragaperras’ o entrar en una casa de apuestas física, por lo que la familia podía hacer preguntas, los vecinos hablar, etc. Con las apuestas online, hasta un adolescente puede estar jugándose cientos de euros desde el sofá de su casa mientras sus padres piensan que está charlando con sus amigos por redes sociales o jugando a algún inocente juego.
Durante estos dos años, se ha estado más en casa. ¿Han aumentado las adicciones?
La pandemia supuso una situación de muchísimo estrés para prácticamente todos. Suelo decir que cuando sufrimos crisis, cada persona se agarra al ‘salvavidas’ que tiene más cerca. Para muchas personas, esos fueron el alcohol, los porros, la cocaína, los videojuegos, etc. Muchísimas personas tuvieron conductas de abuso, excesivas, como beber alcohol o fumar marihuana casi todos los días, para intentar lidiar con el estrés, la preocupación y la soledad que trajo la pandemia.
Por curiosidad. ¿Tenemos diferentes adicciones si somos por ejemplo de Salamanca o de
Murcia? o ¿las adicciones son todos y para todos?
Mirando a los estudios científicos, podemos ver cómo hay patrones de consumo diferentes en función de la edad, el nivel socioeconómico, las diferentes regiones o países, etc. En adicciones, hay un potente aspecto cultural y económico. Por ejemplo, el cannabis es la droga ‘barata’ por excelencia, por lo que es mucho más fácil de adquirir por jóvenes y adolescentes, más que la cocaína.
La información sobre los patrones de consumo de la población se utiliza para el Plan Nacional de Drogas, para campañas de prevención entre diferentes estratos de la población, y para las instituciones sanitarias.
Si nos referimos a las adicciones a las drogas. ¿Hay diferencia entre los jóvenes que consumían en los años 80 o 90 a los de este milenio -siglo XXI?
Sí, los patrones de consumo cambian con las generaciones, hay aspectos culturales y de ‘modas’. Por mucho, muchísima gente cayó en la heroína y en otras drogas de inyección en los 80, y ahora hay otros tipos de drogas sintéticas o de laboratorio, como la marihuana sintética o ‘pescao’ como la llaman popularmente.
¿Las drogas de diseño son más o menos adictivas con relación a cocaína o heroína de las décadas ochenta y noventa?
El éxito de un ‘producto’ como lo es cualquier droga radicará en cómo de a menudo los clientes vuelvan a comprarlo. Entonces sí, cuanto más adictiva una sustancia, más dinero ganarán. Salen nuevas variantes de drogas de diseño prácticamente cada día, es casi imposible seguirles la pista a todas, pero hay sustancias en el mercado que provocan adicción con muy pocas dosis.
¿Provocan más adicción estas drogas de diseño?
Depende. Hay algunas drogas de diseño que provocan adicción enseguida con muy pocos consumos, y otras que apenas causan dependencia.
¿Cómo perjudican a la mente? o en esto son igual de dañinas que las de décadas pasadas.
La persona recuerda la experiencia extremadamente placentera que pasara con la droga, la empieza a echar de menos, y comienza a consumirla con más frecuencia cada vez. Llega un momento en que siente deseo casi constante por consumir.
También muchas de estas drogas provocan daños neurológicos de todo tipo, pueden activar sintomatología psicótica (esquizofrenia), problemas renales y cardíacos, muerte súbita, etc. Suelen estar cortadas con todo tipo de productos químicos, por lo que dependiendo del metabolismo de la persona (y la cantidad consumida) puede ocurrir cualquier cosa.
¿Cómo salimos de una adicción?
Tratándonos con profesionales. Lo más importante para superar una adicción es trabajar la parte emocional del problema, que la persona entienda qué papel tiene la adicción en su vida, cómo se ha integrado en su día a día y cómo la utiliza para lidiar con las emociones desagradables, sus inseguridades, problemas de autoestima, relaciones, etc. Trabajar estos aspectos es crucial, para que la persona no vuelva a sentir la necesidad de consumir para disfrutar de la vida, y así prevenir posibles recaídas.
Diría que ese es el mayor beneficio de pasar por un tratamiento psicológico, que la persona aprenda sobre sí misma y pueda preparar estrategias de prevención de recaídas para el futuro, trabajarse bien el tema para no ser tan vulnerable en caso de que llegue otra crisis o época difícil.
Luis Miguel Real es psicólogo especialista en adicciones y estará presente en el evento online y gratuito el evento ‘Las mil caras de la ansiedad’
1 comentario en ««Hay sustancias en el mercado que provocan adicción con muy pocas dosis»»
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