[dropcap]L[/dropcap]a ladera del Parador de Turismo estaba hecha un desastre y la convertimos en jardín. El Arrabal contaba así con un precioso parque en el denominado Teso de la Feria. El Consistorio cedió los terrenos y la Secretaría de Turismo urbanizó a su costa la zona. Tuvimos que expropiar algunos solares que no eran públicos, cuyo expediente se había iniciado en 1978, un año antes de nuestra llegada al Ayuntamiento. Hoy desde este jardín se pueden contemplar las mejores vistas de la ciudad. Para conseguir este espacio verde visité al subdirector de Inmuebles y Obras de la Secretaría de Turismo, Antonio Luis del Arco, y llegué a un acuerdo con él. Le hice ver que el Parador no podía tener en su entorno una escombrera y que sus alrededores precisaban con urgencia una intervención.
La directora general de Medio Ambiente, Concha Sáez, apoyó decididamente que las zonas colindantes con el arroyo del Zurguén se convirtieran en parque. Acompañado de Emilio Melero la visité en Madrid y su departamento nos concedió una inversión de 50 millones de pesetas. Se convocó un concurso de ideas y se formó un jurado en el que estaban representadas varias instituciones, entre las que se encontraba el Ayuntamiento.
Pensamos instalar en las inmediaciones del Tormes un monumento al Lunes de Aguas realizado por Agustín Casillas. El famoso escultor salmantino llegó a realizar una maqueta. No se llevó a cabo por falta de presupuesto, espero que algún día llegue a ser realidad. Creo que esta tradición salmantina, única en el mundo, debe inmortalizarse en la calle para recordarla a cuantos nos visitan.
En noviembre de 1985 el Ayuntamiento de Salamanca, la Consejería de Obras Públicas y el MOPU se comprometieron a sanear el Zurguén y sus riberas a su paso por Salamanca hasta su desembocadura. El Consistorio redactó el proyecto en el que se daba respuesta al control de vertidos, acondicionamiento del cauce, urbanización de paseos y ajardinamiento del entorno. Se barajó una cifra, 100 millones. En el saneamiento se incluían los barrios del Arrabal, Buenaventura y Chamberí-Alambres.
En octubre de 1986 se aprobó el proyecto de ampliación, reforma y reparación de los jardines de Las Salesas. Se precisaron 42,8 millones de pesetas en la actuación a lo largo de la degradada Avenida de Torres Villarroel. El autor del proyecto fue Fermín Querol, que dejó de ser arquitecto municipal al llegar la primera Corporación democrática para dedicarse al ejercicio privado. Se conservó el arbolado y la vegetación, se respetó el edifico del antiguo fielato y se amplió el jardín con el cementerio de las monjas, que aportó cuatro hermosos cipreses al paseo. El proyecto de Querol contemplaba también zonas de paseo y de estancia. Las obras comenzaron en enero de 1997 y se prolongaron durante varios meses.
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