Armando Martínez, presidente de Iberdrola España, defendió una legislación “estable que no comprometa las fuertes inversiones previstas en energías limpias y renovables”. “Se trata de inversiones con rentabilidades a 15 o 20 años, que requieren marcos regulatorios estables”, sentenció.
ICAL. A su juicio, hay que ser “cuidadoso” con la modificación de las condiciones legislativas por cuestiones puntales, como ocurre ahora con la guerra de Ucrania, ya que “pueden ralentizar la capacidad inversora”.
Además de la premisa de la estabilidad normativa, también reclamó la “aceleración en la aprobación de los permisos para construir las plantas renovables”. “Muchas empresas hacemos unos planes de crecimiento para desarrollo de renovables, pero hay un problema con los permisos. Para instalaciones que tardan en construirse ocho meses, los permisos se retrasan dos o tres años”, precisó.
Armando Martínez aclaró que “si se quiere acelerar el proceso de descarbonización con el fomento de las renovables, las administraciones tienen que agilizar los permisos”.
El presidente de Iberdrola España, que participó en el foro ‘Generación de oportunidades’, se mostró partidario de que la sociedad realice una apuesta “decidida por las energías renovables para acelerar el proceso de descarbonización del planeta y por el autoabastecimiento energético”.
“Cada vez está más claro, tenemos que ver cómo llevamos a la aceleración la autosuficiencia”, precisó, a la vez que lo relacionó con la guerra en Ucrania y la necesidad de que Europa “deje de depender del gas ruso”.
“El ‘toolbox’ de la Unión Europea se tiene que mantener. La inversión en renovables es la solución al problema”. Para el presidente de Iberdrola España el problema del precio de la energía “son los altos precios del gas”. “Debemos tener energía más descentralizada y más limpia”, prosiguió.
Martínez recordó cómo el presidente de la compañía, Ignacio Galán, apostó hace más de 20 años por las energías renovables. Desde entonces, dijo, Iberdrola ha invertido 150.000 millones de euros en renovables, “lo que le ha permitido multiplicar por casi seis su valor en este periodo de tiempo”.
Asimismo, insistió en que la compañía ha reducido su huella de carbono hasta situarse, ahora, en casi la mitad de la media del sector. Esa apuesta por la energía limpia va de la mano de la apuesta social: “Por cada empleo fijo que crea Iberdrola se desarrollan diez indirectos, ascendiendo así a 400.000 personas las que trabajan alrededor de la compañía en todo el mundo”.