[dropcap]D[/dropcap]icen que es conveniente mirarse desde fuera. Yo lo he hecho. He pasado fuera de mi país casi dos semanas, y a mi regreso lo he encontrado atacado por tantas plagas que casi parecen obra de un autor bíblico. Encuentro gobernantes que ante un grave problema de salud pública solo están preocupados por repetir en todos los micrófonos un mantra infantil: yo no he sido. Algunos consejeros autonómicos, sin vergüenza política ni ética personal, se atreven a dar un paso más allá y señalan con el dedo a los profesionales que se juegan la vida para proteger a los ciudadanos, y los insultan y, al hacerlo, nos insultan a todos. Señores que al pedírseles responsabilidades dicen que ellos son ricos y tienen la vida resuelta. ¿Quién ha llamado pobres a los incompetentes?
[pull_quote_left]El responsable de, por lo menos, el cincuenta por ciento de todo eso, no empuña la manguera del insecticida. Se limita a mirarnos fijamente, inmóvil. Si acaso, de vez en cuando, asoma la punta de la lengua entre los labios[/pull_quote_left]Encuentro responsables de entidades bancarias que saben tan poquito de economía que ignoran su deber de declarar a Hacienda las percepciones en especie, o que tal vez no saben que la ropa interior, las comilonas y otras zarandajas no son lo que se llama gastos de representación, sino puro y simple latrocinio. Personas que han tomado decisiones económicas millonarias que dicen no saber que el dinero de plástico también hay que pagarlo. ¿Fue tal vez por eso por lo que su entidad quebró?
Plagas que serían fáciles de solucionar, con una buena fumigación. Pero el responsable de, por lo menos, el cincuenta por ciento de todo eso, no empuña la manguera del insecticida. Se limita a mirarnos fijamente, inmóvil. Si acaso, de vez en cuando, asoma la punta de la lengua entre los labios.
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