Los vecinos de Pizarrales, muy fieles a su Cristo de la Vela y su Señora del Silencio, así como muchos salmantinos que se acercaron hasta los aledaños de la parroquia de Jesús Obrero, pudieron contemplar la espectacular salida a hombros del paso del Cristo de la Vela y del de Nuestra Señor del Silencio pasadas las 17.00 horas de este Sábado Santo.
Los cofrades iniciaron el recorrido con la bajada de la escalinata de la parroquia de Jesús Obrero, carretera de Ledesma, avenida de Villamayor, calle de Santa Teresa, calle Zamora, Plaza Mayor, Juan del Rey, Prior, Bordadores, campo de San Francisco, Arriba, plaza de la Fuente, calle Valverdón, carretera de Ledesma para regresar a la iglesia de Jesús Obrero.
Es una de las procesiones más largas de las que discurren por las calles de Salamanca portando los pasos del Cristo de la Vela, anónimo que data de 1920, y Nuestra Señora del Silencio, obra de Enrique Orejudo, de 1990.