La familia de Esther López, la joven de 35 años que apareció muerta en una cuneta en Traspinedo (Valladolid) el pasado 5 de febrero tras permanecer desaparecida casi un mes, aseguró hoy que, en ningún momento, el trabajo de los forenses y la Guardia Civil haya determinado que la causa del fallecimiento fuera accidental. «Es más, la llamada a declarar de quienes están bajo investigación se produce porque hay indicios suficientes para entenderles vinculados a hechos de carácter criminal», sentenció.
Ical.- De esta manera, la familia -a través de su abogado- sale al paso de la «avalancha» de noticias «inexactas» publicadas tras el levantamiento del secreto de sumario en el caso del homicidio de Esther López.
Además, destacó el «minucioso» trabajo realizado por los agentes de la Guardia Civil, el Juzgado y la Fiscalía para esclarecer los hechos. «Para no desmerecer ese trabajo ni afectar innecesariamente al dolor de la familia, debe extremarse al máximo la exigencia de que lo publicado sea acorde con la realidad de lo investigado», subrayó el comunicado recogido por la Agencia Ical.
El letrado señaló que el levantamiento parcial del secreto no puede conllevar el olvido de que las causas judiciales tienen el carácter de reservadas para respetar los derechos de «todos» los que allí intervienen.
Los médicos que practicaron la autopsia al cadáver, en función del estudio de las lesiones del cuerpo, consideran que el suceso consistió en un atropello en vida por vehículo a motor, «producido a media o baja velocidad», con la influencia en la causa de la muerte de otros factores como la intoxicación etílica, consumo de cocaína e hipotermia.
Matizan que las lesiones traumáticas encontradas en el cadáver, por sí mismas y de manera aislada, no tuvieron entidad suficiente para producir la muerte de manera instantánea.