Iberdrola registró un beneficio neto de 1.058 millones de euros en el primer trimestre, un tres por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, gracias a Estados Unidos, Brasil y otras áreas internacionales, mientras que el resultado en España cayó un 29 por ciento.
Según trasladó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el crecimiento en los negocios internacionales -un 33 por ciento Avangrid y un 20 por ciento Neoenergía- compensa el resultado adverso de Iberdrola España, que cayó un 29 por ciento en su beneficio neto, hasta los 337 millones de euros, “debido a los altos precios de la energía que no ha traspasado a sus clientes a los que ha vendido la energía a precios fijos acordados previamente”. España ya supone menos de un tercio del beneficio total del grupo.
El 80 por ciento de la energía vendida a los clientes de mercado libre de Iberdrola está a precios que se sitúan entre la mitad y un tercio inferior a los precios de la tarifa regulada, según destacó la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán.
Respecto al contexto actual, Galán afirmó que “la actual crisis en el mercado energético demuestra la necesidad de acelerar la transición energética para alcanzar la autonomía energética en Europa y descarbonizar nuestra economía. Para ello, se necesitan soluciones basadas en el marco europeo y en un diálogo continuo entre los agentes y las administraciones”.
Pese a la “incertidumbre regulatoria”, la compañía vuelve a ratificar su previsión de beneficio neto para este ejercicio, entre 4.000 y 4.200 millones de euros, y prevé un suelo del dividendo de 0,44 euros por acción -dividendo complementario correspondiente a 2021, de, al menos, 0,27 euros por acción, al que se suman los 0,17 euros por título abonados como dividendo a cuenta en febrero-.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) aumentó un cinco por ciento entre enero y marzo de este año, hasta los 2.951 millones, por el buen comportamiento de Estados Unidos, Brasil y el área internacional. El 54 por ciento de esta cifra procede de las redes y el 46 por ciento restante, de la producción de electricidad y los clientes.
Por negocios, el área de redes creció un 20 por ciento en el primer trimestre, hasta los 1.587 millones, mientras que el negocio de producción de energía y clientes cayó un 6,8 por ciento, hasta los 1.360 millones, afectado principalmente por los altos precios de la energía, la baja producción renovable y la parada no programada de la planta nuclear de Cofrentes -ya solucionada-, que forzaron a la compra de energía en el mercado de casi 4,5 teravatios hora (TWh).
Los ingresos de Iberdrola ascendieron a 12.150 millones, un 20,4 por ciento más, y el gasto operativo creció un 9,8 por ciento, hasta los 1.151,3 millones, como consecuencia del crecimiento del grupo.
Inversiones
En cuanto a las inversiones, Iberdrola destinó más de 1.121 millones de euros a renovables en el primer trimestre, lo que ha permitido que el grupo instale 3.500 nuevos megavatios (MW) renovables en los últimos 12 meses – 1.218 fotovoltaicos, 1.136 MW eólicos terrestres, 998 hidroeléctricos y 111 MW de baterías- y alcanzar los 38.300 MW de capacidad renovable en todo el mundo. En la actualidad cuenta con 7.500 MW en construcción y una cartera de proyectos que asciende a 90.000 MW.
Por países, la compañía ha acelerado el desarrollo en las regiones con más ambición climática y marcos regulatorios más estables, como Estados Unidos -con más de 22.100 MW en cartera-, Reino Unido -15.400 MW- y otras áreas geográficas internacionales -con 24.800 MW- entre las que se incluyen países como Suecia, Alemania, Australia, Polonia o Japón.
En proyectos eólicos marinos tiene 1.258 MW en operación y durante el primer trimestre logró la autorización para los 2.900 MW de East Anglia Hub en Reino Unido o los acuerdos de compraventa de energía para el parque de Commonwealth Wind en Massachusetts, Estados Unidos, que supondrá una inversión de 4.000 millones de euros con 1.232 MW. Gracias a los nuevos proyectos, la compañía tendrá en operación 7.000 MW eólicos marinos para 2027, de los que 2.600 MW están ya en construcción.
Dentro del negocio de redes, el grupo invirtió casi 800 millones de euros. Estados Unidos y Brasil aportan conjuntamente el 64 por ciento de la inversión, mientras que el 36 por ciento restante procede de España y Reino Unido.
Iberdrola también realizó compras a proveedores por importe de 12.000 millones en los últimos 12 meses, lo que permite dar empleo a 400.000 personas en su cadena de suministro en todo el mundo. Además, en el último año la compañía llevó a cabo 5.500 nuevas contrataciones.
En financiación verde, la compañía tiene 41.000 millones de euros disponibles, y la liquidez del grupo rebasa los 21.000 millones, con los que cubre necesidades de financiación de 22 meses.
La deuda neta ajustada se elevó hasta los 40.374 millones en marzo frente a los 39.119 millones de cierre de 2021. En un contexto inflacionista, la compañía cuenta con el 80 por ciento de su deuda financiada a tipo fijo.
