El pollo asado es una de las preparaciones de este alimento que más suelen triunfar. No obstante, para quienes no dispongan de horno o no quieran utilizarlo por el motivo que sea, hay una manera de cocinar el pollo con un aspecto y sabor similares al del horno.
La carne de pollo es una de las más saludables, debido a su bajo contenido en grasas, su alto contenido en proteínas y su aporte de vitaminas del grupo B y minerales como zinc, fósforo o potasio. Antes de preparar el pollo asado, se debe prestar atención en la elección de una buena pieza. En este sentido, se debe escoger uno de tamaño medio, además de ser de calidad y estar fresco.
Ingredientes
- Un pollo entero y limpio de aproximadamente 1,8 kilos. (Se recomienda conservar la piel).
- Hierbas y especias al gusto (pimentón, tomillo, orégano, comino…).
- 300 mililitros de vino blanco, caldo de pollo o mezcla de ambos.
- Sal.
- Un limón.
- Perejil.
- Aceite de oliva suave.
- 6 dientes de ajo (conservar la piel y partirlos por la mitad).
Elaboración
- Limpiar el pollo. Echarle un poco de sal y las hierbas y especias al gusto. Cubrir y dejar reposar unas horas en la nevera. Puede cocinarse entero o troceado, al gusto.
- Añadir el aceite de oliva. Se recomienda aplicarlo untando la piel.
- Sacar el pollo de la nevera (dejar pasar al menos 30 minutos antes de empezar a cocinar).
- Poner una cacerola a fuego máximo con un poco de aceite. Para que el pollo se selle y quede más jugoso se debe freír bien por todas sus partes.
- Bajar el fuego a medio-bajo y añadir el perejil, los ajos partidos a la mitad, el zumo de limón y el vino/caldo. Remover todo bien y tapar la cazuela.
- Dejar cocinando el pollo durante 20 minutos y darle la vuelta para que se cocine por el otro lado durante otros 20 minutos.
- Servir con la guarnición que se desee.
