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Opinión

Humor yogui

Una mujer practicando yoga. Imagen. Pixabay.

[dropcap]P[/dropcap]ues con mucho mucho sentido del humor te digo hola. Recibe la bienvenida a esta columna de yoga.

Recién terminado el quinto finde intensivo de la formación y profundización de yoga, te hablo hoy desde el subidón y las pilas recargadas que aportan estos encuentros en Ganesha. La energía renovada totalmente. Y es algo compartido por todo el grupo… no solo una sensación mía.

En las formaciones surgen, salen, brotan…todas las formas: la risa, el llanto, los abrazos, los miedos, el apoyo… Es verdaderamente un: Yo soy tú. Porque todos estamos aquí por diferentes motivos, y cada de uno somos de su padre y de su madre, pero hay algo en común: estar tranquilos y felices.

Y desde ahí lanzo la pregunta que a veces lleva a diferentes opiniones. Yo, claro, os voy a dar la mía. ¿Hay que ponerse serio para practicar yoga? O… ¿hay que ser una persona seria para/por ser profe de yoga?

En mi forma de ser, que por mucho yoga que hagas cada una tiene la suya, lo cotidiano prima siempre desde el respeto y el honrar esta práctica. Así que vivo, transmito y me relaciono desde la sonrisa, la risa y el humor en muchas ocasiones.

Si de repente estás en mi clase y en una postura suelto alguna broma con cariño para esbozar tu sonrisa no es raro, es desde lo liviano. Y además te cuento qué beneficios tiene sonreír en una postura:

  1. Se relajan todos los músculos de la cara.
  2. Conectas con este momento presente.
  3. Tus ojos y tus párpados se aflojan.
  4. Se suaviza tu entrecejo y tu mirada sintiendo la postura más amable.
  5. Tu cerebro interpreta que sientes satisfacción.
  6. Se activa el sistema parasimpático, el cual reduce el estrés.
  7. Segrega diferentes hormonas como la oxitocina=felicidad, plenitud.

Total, que no por estar más serios somos ni más ni menos yoguis. Aquí una muestra. Y en la vida, en ese yoga cotidiano, pase lo que pase se te pueden abrir más puertas con sentido del humor. Ver una dificultad a veces con humor resuena diferente. Esto por favor, no lo pongas en un contexto ni con un toque de felicismo que no me refiero a esto para nada.

Lo que dice un rostro cuando sonríe es muy distinto a cuando el mandala de tu cara no lo hace. Con estas humoradas me despido. Y con una frase que nos dejó el gran Thich Nhat Tan: “La sonrisa es el yoga de tu boca”

Ten un buen día y cuida tu energía, te lo digo desde mi sonrisa.

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