El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este jueves la Orden del Ministerio de Hacienda y Función Pública mediante la que se reducen los índices de rendimiento neto para las actividades agrícolas y ganaderas, contemplados en el método de estimación objetiva del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF), con vistas a efectuar la declaración de dicho impuesto para 2021.
Esta reducción habitual de módulos va dirigida a aquellos agricultores y ganaderos de las zonas que se vieron afectadas el pasado año por circunstancias climatológicas excepcionales.
El conjunto de todas las reducciones puede suponer una minoración de la base imponible de unos 105 millones de euros para algo más de 62.000 agricultores y ganaderos castellanos y leoneses.
La reducción en los módulos en el régimen de estimación agraria del IRPF 2021 en Castilla y León beneficia a los sectores ganadero, cultivos forrajeros y leguminosas.
Esta reducción de módulos se suma a la del 20 % en el rendimiento neto aprobada para el conjunto del sector agrario en el Real Decreto-Ley 4/2022 de medidas para paliar los efectos de la sequía y el incremento de los costes de producción.
Se estima que el conjunto de todas estas reducciones de módulos pueda implicar una rebaja de la base imponible del orden de los 1.093 millones de euros, que beneficia a los 900.000 agricultores y ganaderos de todo el Estado que eligen el sistema de módulos del IRPF para tributar. El sistema de estimación objetiva agraria es el mayoritario entre los agricultores y ganaderos de nuestro país. Las reducciones de módulos aprobadas en la orden se traducen en una disminución proporcional de la base imponible derivada de los rendimientos de la actividad agraria, y por tanto, del resultado de la declaración del IRPF.
Estas reducciones reflejan la pérdida de rentabilidad derivada de los efectos negativos provocados por las adversidades climáticas de 2021, como la borrasca
Filomena del mes de enero, las heladas en el mes de marzo y la falta de precipitaciones a lo largo del año.
La orden recoge la reducción a nivel estatal de los índices de rendimiento neto de todos los sectores ganaderos y del viñedo. Además, se han aprobado un elevado número de reducciones en sectores específicos por comunidades autónomas, provincias y municipios, entre las que destaca la aplicada para los frutos secos en importantes áreas productoras.
Además, se reduce el índice aplicable a las actividades ganaderas que alimenten el ganado con piensos y otros productos adquiridos a terceros, siempre que éstos representen más del 50 % del importe total de la alimentación animal. Se estima que la reducción por este concepto puede alcanzar 38 millones de euros en el
total estatal. El índice único para todos los sectores ganaderos será del 0,50.
Igualmente y de forma extraordinaria por las dificultades de la situación, se amplía en 5 puntos la reducción del coeficiente corrector por uso de electricidad para el riego que se ha aplicado en años anteriores. Así los agricultores que utilizaran la electricidad para el riego se beneficiarán de una minoración del 25 % en el
rendimiento neto para cultivos regables (el año anterior fue el 20 %), extensible a todos los regadíos, y no solo a los de consumo estacional. Esta medida supondrá una rebaja de unos 39 millones de euros en total de España.