Por casualidad, una persona mencionó a Andrea Bernal, poeta afincada en Lanzarote y formada y crecida en Salamanca, y despertó la curiosidad. Trae bajo el brazo Nominalismo, su cuarto libro de poesía, donde invita al lector a no fiarse de ninguno de sus versos, a sabiendas que esconden entresijos que los llevarán a otros lugares y momentos, quizá porque ella además de poeta es filósofa. En la charla menciona a Aristóteles, Kant y Gloria Fuertes,… tal vez sus referentes.
Hoy en día, los poetas son los escritores más valiente. Usted ha rizado el rizo siendo profesora de Filosofía y con el título de su último libro, Nominalismo. ¿Tenemos la necesidad de ponerle nombre a todo para hacerlo real?
Lo que nos rodea, objeto o no, tal vez exista per-se; pero el ser humano tiene una necesidad intrínseca que ya pensó Aristóteles. Somos seres políticos porque tenemos lenguaje.
Hay que entender esa segunda parte de su ‘zoon politikon’. Me interesa sobre todo ese transformar la realidad, como esa bella obra de Austin: “Cómo hacer cosas con palabras”.
En sus poemas juega con el concepto predeterminado que tenemos de esas palabras. Por ejemplo con el poema Mentira. La mentira nos invita a la verdad. Si la verdad es lo único que no tiene remedio. Andrea, ¿por qué mentimos?
La mentira es lo contrario a lo que podemos saber, sentir…y hoy día está muy presente. Encuentro en la mentira una necesidad de transformación y un juego. Es algo absolutamente humano y se presenta como vía de escape. A Kant no le gustaría mi respuesta pero hasta cierto punto toda mentira guarda en sí una verdad.
En un mundo donde las redes sociales se han convertido en los calibradores de la opinión pública y donde podemos ser quién queramos. ¿Cuánto de necesaria es la Filosofía para tantear la inmediatez?
Creo que es una responsabilidad de los filósofos invitar a la pausa, a una vida reflexiva. Es imposible entender la complejidad humana, social y la naturaleza misma con parpadeos de inmediatez. La inmediatez en que vivimos solo genera ‘fogonazos’ de imágenes y pensamiento. Es todo lo contrario a la filosofía, que se basa – ya desde la Grecia clásica- en un conocer y conocerse, que precisa de un largo tiempo.
Hace unos años usted declaró en una entrevista: «No creo que sea sencillo, pero hay gente que consigue publicar. También las redes sociales son un medio muy potente y creo que nuestra generación juega mucho con eso». Le pregunto este es su cuarto libro. ¿Le sigue costando publicar?
Yo soy afortunada. No tenía como objetivo publicar. Quería escribir y mejorar mi escritura. He sido muy afortunada con editoriales como Eolas y también con mi anterior editorial Isla de Siltolá, les estoy muy agradecida.
Y por otro lado. ¿Las redes sociales sirven para cerner o cabe todo?
Hace tiempo que no estoy tan familiarizada con las redes. Siento mucho bombardeo de marketing actual en el que no me siento cómoda. Normalmente uso Instagram en privado como diario de imágenes que me ayudan a escribir, paisajes o fotografías de libros que leo.
Por fortuna podemos elegir cómo vivir y vivir-nos. Eso también es un planteamiento filosófico.
Andrea, ¿en serio cree que el amor es inútil? ¿De qué vivirían los poetas si fuera así?
No creo que el amor sea inútil. La poesía tiene la espléndida capacidad de contradecirnos. Creo que lo planteé como una crítica inconsciente. En un mundo actual tan sumamente materialista siento un olvido de amar, y me refiero a todo tipo de amor. Amor por ejemplo por nuestra naturaleza. Sin amor no podrían vivir los poetas y no podría vivir nadie. La poesía se alimenta de amor y desconcierto.
¿Cuánto desgaste emocional lleva escribir un poemario? (Teniendo en cuenta que los últimos versos de Nominalismo son: ‘Cierre este libro sin temor,/ que de mí/ no nacerán ya otros cuentos.)
Es difícil responder a esto porque creo que pertenece a la intimidad de cada escritor.
Cada momento vital es distinto pero siempre se escribe de un modo y otro, ante cualquier etapa vital o circunstancia.
Es cierto que esos versos invitan a una despedida o a un paréntesis. Lo sentí en ese momento. Sin embargo, ahora llevo meses escribiendo sin parar –(risa)- Uno nunca sabe cuándo abre la puerta un poema.
¿Dónde está o qué significa para Andrea Bernal la palabra Hogar?
Hogar puede ser también un viaje, un hogar interior.
Mi hogar, ahora como isleña, está en todo pensamiento de las personas que quiero y todo lo que configura mi intimidad. Como escribí en una dedicatoria familiar: “es ese jardín propio donde nos cuidamos”.
Si yo recito:
Para dibujar un niño hay que hacerlo con cariño.
Pintarle mucho flequillo,
-que esté comiendo un barquillo; (…)
¿Qué le viene a la mente?
“Muchas pecas en la cara, que se note que es un pillo…” (Ella -Gloria Fuertes- era tan grande…)
***** Nominalismo, de Andrea Bernal, es su cuarto libro de poesía. Se puede adquirir en la caseta 5 de la Feria del Libro de Salamanca.
Andrea Bernal es autora de:
- ‘Todo lo contrario a la belleza’.
Julio Llamazares sobre el libro: Sentir al leer los poemas de Andrea electricidad, un abismo de belleza.
Antonio Colinas: Andrea es una valiosa poeta entre los jovenes valores de España en este momento. - Los pájaros.
Andrea Bernal sobre el libro: Los pájaros surge del intento de organizar unos poemas escritos en diferentes libretas durante años. Desconozco el motivo por el que un día se unieron para dar forma a un hilo común. - Adiós a la noche.
Un libro más oscuro, de pérdidas y esperanzas, donde se juega con la luz/oscuridad; la noche/y el día; desde un sentido íntimo, casi místico, haciendo reflexionar sobre el paso del tiempo y el alma humana, los enigmas que nos conducen a la noche. Blog. Poetadelsigoveintinuno.com