El reputado virólogo John Bell ha concedido una entrevista a ‘The Guardian’, en la que ha comentado la situación actual de la pandemia del coronavirus. Además, ha explicado cómo ha cambiado la forma en que ataca actualmente el COVID.
Sir John Bell, reputado científico y virólogo canadiense, es profesor de la Universidad de Oxford y asesor del Gobierno británico. En la entrevista con el citado medio, ha explicado que “las vacunas han tenido un efecto muy poderoso y duradero sobre la muerte. La mayoría de las personas que han recibido la vacuna están completamente seguras”. “Las personas que mueren ahora, desde julio pasado, no están vacunadas. Eso es trágico”, ha añadido.
Además, ha reconocido que los ancianos e inmunodeprimidos son los que corren un riesgo mayor. Debido a ello, considera apropiado inyectar más vacunas de refuerzo a estos grupos de población el próximo otoño. Por su parte, las personas más jóvenes, los adolescentes y los niños no necesitan estos refuerzos, a no ser que surja una nueva variante más grave. “Pueden pasar dos cosas: una es que las vacunas realmente duren un año o 18 meses contra la muerte, o nos salga una variante mucho más patógena, en cuyo caso necesitamos otra vacuna”, ha expuesto.
Siguiendo con las variantes, Bell cree que hay una posibilidad “muy alta” de que si surge una nueva, sea relativamente leve como ómicron. Por el contrario, las posibilidades de que surja una variante más letal son “muy bajas, pero no nulas”.
Por último, el experto cree que el principal desafío actualmente pasa por encontrar una vacuna que detenga la transmisión del virus. Entre otras opciones, el desarrollo de un aerosol nasal para frenar la transmisión es la opción más probable. Asimismo, las vacunas que emplean células T para matar a las células infectadas con el COVID podrían suponer una inmunidad más duradera y efectiva que las vacunas actuales, y ayudarían a combatir las mutaciones del virus.