[dropcap]H[/dropcap]ola yogui, espero que esta columna te encuentre bien. Esta semana te voy a contar y responder dudas que surgen cuando se comienza con la práctica de yoga en una escuela. ¿Qué me llevo a yoga?
Normalmente, como es el caso de Yoga Ganesha, las escuelas, centros o estudios de yoga son lugares de tranquilidad; por ello es importante saber que tu escuela es un lugar de encuentro con más yoguis, y de convivencia a través del respeto. Es un lugar seguro, limpio y tranquilo; todas estas cualidades han de ser mantenidas por toda la comunidad yogui que lo habita.
Allí donde vas a realizar y compartir tu práctica con más yoguis es un espacio ideal para el autoconocimiento y la escucha interior. Para despreocuparse durante todo el tiempo que estés allí de todo lo demás. Entrégate con estos detalles relevantes:
- Puntualidad: es bueno para ti que no vayas corre que te corre a tu clase de yoga. Que llegues tranquilamente cinco o diez minutos antes y no con la lengua fuera interrumpiendo el proceso de los que ya están en su esterilla.
- Respeto: al yoga, a ti, a la escuela, a tus compis y a tu profe. Por ejemplo, dejando tu móvil en silencio o en modo avión durante la práctica.
- Saucha: esto significa ‘limpieza’ en sánscrito y es una de las bases del yoga. Empezando con saucha por tu cuerpo (esto se sabe), seguido de mantener la escuela y todas las cosas de la shala (espacio donde se practica yoga) tal y como las encuentras. Las mantas, los bloques, las esterillas, etc. Esta pureza puede ser también no llevar puesto el perfume de ir a cenar los sábados.
- Comodidad: la ropa es algo que siempre me preguntáis cuando comenzáis a practicar yoga. Lleva ropa que sea cómoda para ti, da igual que sean los leggins de moda o tu pantalón ancho favorito que compraste aquella vez en el mercadito Porta Portese de Roma.
- Aparigraha: ese ‘menos es más’. Otra de las bases del yoga. Lo que yo llamo la belleza de lo sencillo. No hace falta que te pongas los collares de Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York para tu práctica. ¡Despójate del reloj! Dejándolo fuera de la shalay viviendo ese rato sin minutero, tu profe se encarga del tiempo y de que salgas a la hora. Esto hace mucho bien a las cabezas.
- Lo más impotante: GRATITUD. Trae esa conciencia de agradecer y de agradecerte poder realizar tu práctica. Entrégate al yoga como lo que es, un regalo de autocuidado que te haces.
En resumen a la pregunta “¿Qué me llevo a yoga?”:
“Llévate a ti sin llegar tarde, pero sin reloj, con gratitud y apagando el móvil.Vestido con pureza y ropa cómoda, y dejando la shalacomo la encontraste”.
Que tengas un buen día y cuides tu energía.
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