Más de 200 profesionales españoles, a los que hay que sumar un nutrido grupo de especialistas latinoamericanos que seguirán el foro online, participarán durante los próximos tres días en Salamanca en el XIV Simposio de Bases Biológicas e Innovación Terapéutica, organizado para profundizar en los últimos avances en investigación oncológica y su aplicación a las nuevas terapias para combatir el cáncer en sus múltiples vertientes.
J.M.A. / ICAL. El simposio, fundado hace casi 23 años, con distintas denominaciones, por el doctor Juan Jesús Cruz, reconocido especialista que hasta el pasado año ocupó la jefatura de Servicio de Oncología Médica en el Hospital Universitario de Salamanca, desde sus inicios se basó en “profundizar en el conocimiento de la biología de los tumores para lograr un diagnóstico y tratamiento más precisos”. Cruz participó este miércoles en la presentación del simposio que tuvo lugar en el Centro de Investigación del Cáncer,
En este sentido, según explicó Cruz, una de las principales barreras a las que se enfrentan en el sector es “garantizar la sostenibilidad de un sistema en el que sea posible incorporar la innovación terapéutica de manera ágil y equitativa”. Según matizó, “equidad implica que no puede, ni debe tratarse de forma diferente a un paciente dependiendo de su lugar de residencia». Un asunto sobre el que añadió que «eso no quiere decir que en todos los sitios tenga que disponerse de todos los recursos, sino que todos los pacientes tengan acceso a los mismos a través de sus sistemas de salud en los centros apropiados”. “Este es uno de los principales retos que hay que afrontar tanto en la práctica clínica como en la investigación oncológica», apostilló.
En la coordinación científica del simposio también participa Emilio Fonseca, actual Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital de Salamanca, quien señaló la importancia de la “medicina de precisión” en este ámbito. Un enfoque “prioritario” en el servicio que dirige. Fonseca puso en valor la “normalización” que aporta el regreso del simposio a su celebración presencial tras dos años de realizarlo por vía telemática a a causa de la pandemia, que “está bien”, pero según matizó, “no permiten ese contacto más íntimo entre médicos e investigadores”.
“Nosotros, los clínicos, para progresar tenemos que tener una base que nos permita actuar sobre los mecanismos que desarrollan determinada enfermedad y ellos, los investigadores, también necesitan conocer lo que esperamos de los tratamientos”, profundizó en este sentido. La pandemia, en síntesis provocó una disminución cifrada en el 20 por ciento de la recepción de pacientes oncológicos y esa cifra, a partir de ahora, es previsible que repunte. “La Covid-19 ha hecho que muchos de los recursos se destinaran a otras circunstancias y los propios pacientes, por miedo, han retrasado esa visita. En investigación ha sucedido lo mismo. Los recursos se han destinada a tratar de frenar la pandemia, pero a pesar de las dificultades que supone investigar en este país, ya se va retomando”.
El tercer organizador del evento, César Rodríguez, actual Jefe de Unidad de Oncología en el Hospital de Salamanca y vicepresidente de SEOM, quien ha estado involucrado en su coordinación desde sus inicios, incidió en la integración entre la perspectiva de los clínicos y de los investigadores básicos, por lo que reconoció que la colaboración con el Centro de Investigación en Cáncer de Salamanca “ha sido clave desde el principio”.
Así, Cesar Rodríguez valoró especialmente el rol del simposio a la hora de compartir conocimiento “útil” para mejorar la atención a los pacientes: «Los clínicos, a veces, no conocemos en profundidad cómo se desarrolla el trabajo de laboratorio y, a la inversa, los investigadores básicos necesitan saber cómo se aplican y qué resultados dan las innovaciones terapéuticas en la práctica asistencial real», insistió.
En su opinión, «aún queda mucho camino por recorrer para conocer las verdaderas vías responsables de la eficacia de los tratamientos y de sus resistencias en oncología de precisión», y añadió que «poder determinar con mayor precisión cuáles son las dianas sobre las que actuar, de manera selectiva y menos tóxica y conocer sus mecanismos de resistencia, es esencial».
El especialista también puso en valor los tipos de tumores en los que se ha extendido más rápidamente el desarrollo de la oncología de precisión. Así, citó el desarrollo de numerosas estrategias de tratamiento basadas en el análisis de alteraciones moleculares en cánceres de pulmón o de mama, pero también en tumores digestivos, genitourinarios, de tiroides o melanoma. «La incorporación de la inmunoterapia a una cada vez más amplia variedad de tumores está siendo un actor relevante», señaló Rodríguez, para quien otro de los retos que la oncología debe afrontar es “cómo desarrollar los resultados del tratamiento con anticuerpos conjugados que permitan emplear estrategias clásicas como la quimioterapia, asociadas a terapias moleculares, aumentando su eficacia y disminuyendo la toxicidad”.
En último término, Juan Jesús Cruz enfatizó el recorrido histórico del evento en sus ediciones previas. En su opinión, “ha contribuido a posicionar a Salamanca como uno de los centros claves en la terapia y diagnóstico de los enfermos del cáncer”. De igual modo, puso en valor el desarrollo de la medicina de precisión en el ámbito oncológico. “Los facultativos clínicos deben formarse en biología molecular y estrechar su relación con los investigadores básicos para seguir avanzando en la lucha contra el cáncer”, concluyó.