El sector forestal y maderero de la Comunidad, unido en la plataforma Forescyl, reclamó a la Junta de Castilla y León una nueva estrategia que sirva para poner en valor los recursos del monte y favorezca el desarrollo de un sector estratégico, vital en la lucha contra el cambio climático y fundamental para combatir la despoblación rural, a la vez que advierte de la crítica situación que atraviesa esta actividad.
Ical.- Forescyl, impulsada por los principales actores de la cadena de valor del sector forestal en Castilla y León -más de 700.000 propietarios forestales; unas 2.600 empresas y 12.600 empleos- y representada por la Mesa Intersectorial de la Madera de Castilla y León (Mimcyl), presentó hoy un manifiesto en el que se recoge todas sus reivindicaciones y en el que reclama a la Junta que unifique en un solo organismo todas las competencias autonómicas del sector.
El presidente de la Mesa Intersectorial de la Madera, Roberto Bravo, lamentó hoy que la falta de explotación de los recursos propios provoca que la industria de la Comunidad deba importar madera de otras comunidades. Así, indicó que sólo se explota el 35 por ciento del monte público de Castilla y León, porcentaje que en el monte privado cae al cinco por ciento, situación que solo provoca la creación de “almacenes de biomasa” que favorecen la propagación de incendios forestales.
En el manifiesto presentado esta mañana por Forescyl, se reclama que es necesario revertir el rumbo “errático e ineficaz” de las políticas forestales de la Junta y se propone, además de unificar en un único organismo todas las competencias, la creación de un foro estable de diálogo para trasladar las necesidades del sector y mejorar la eficiencia de la estructura administrativa.
Además, también propone un pacto de Comunidad al que se sumen todos los partidos políticos y que sitúe al sector en la agenda política de esta legislatura y lo mantenga, con carácter estratégico, en próximos mandatos, así como un reparto más equilibrados de los Programas de Desarrollo Rural.
En este sentido, Roberto Bravo critica que el apoyo a la propiedad privada es insignificante, ya que para los 2,1 millones de hectáreas forestales en manos privadas se destinan de 20 millones de euros, mientras que la agricultura, con 3,4 millones de hectáreas, acapara mil millones, lo que supone una inversión de 9,5 euros por hectárea en la superficie privada forestal, frente a los 294 euros por hectárea en la agrícola.
Sostenibilidad
De todas formas, Bravo explicó que se trata de establecer con la Junta unas vías de trabajo que permitan que el sector “se desarrolle como se merece”, bajo criterios de sostenibilidad y siendo capaz de autofinanciarse. “No estamos hablando de grandes inversiones”, puntualizó.
En el manifiesto también se recuerda que la gestión sostenible de los bosques es una de las soluciones más rentables e inmediatas para frenar el cambio climático, y se presenta al sector como una eficaz herramienta para luchar contra el cambio climático, dado que el 46 por ciento de la industria de la madera se ubica en localidades rurales de menos de 2.000 habitantes. Además, también se argumenta que Castilla y León es puntera en la producción de biocombustibles sólidos como pellets y astillas.
Además de presentarlo en todas las provincias, Forescyl ofrece a través de su pagina web (forescyl.es) la posibilidad de sumarse al manifiesto tanto a particulares, como empresas y organizaciones.