[dropcap type=»1″]L[/dropcap]a construcción del actual palacio episcopal comenzó en 1890, bajo la dirección de José Secall. Ocupaba la mitra un agustino, el conservador fray Tomás de Cámara, aunque el promotor de la nueva mansión fue su antecesor, Narciso Martínez Izquierdo. El acabado del inmueble provocó un juicio singular del famoso arquitecto de la Casa Lis, Joaquín de Vargas. Para Vargas lo construido se parecía más a un hotel de familia acomodada que a la residencia de un prelado. Durante la Guerra Civil española el general Franco, su familia, y la de su cuñado Serrano Súñer ocuparon durante un año el palacio como vivienda. En su planta baja se instaló la sede del Cuartel General del Generalísimo.
[pull_quote_left]El Ayuntamiento de Julián Lanzarote devolvió el inmueble al obispado sin compensación alguna, retirando de sus instalaciones los fondos del museo y los del archivo municipal[/pull_quote_left]Este edificio fue restaurado en profundidad en la década de los ochenta del pasado siglo XX. Por convenio, fue cedido al Ayuntamiento de Salamanca a cambio del reconocimiento del aprovechamiento urbanístico de la superficie del palacio y la de su jardín interior. Una vez restaurado albergó dos museos, el Diocesano y el de Historia de la Ciudad, y dos archivos, el Municipal y el Diocesano.
Con posterioridad, el Ayuntamiento de Julián Lanzarote devolvió el inmueble al obispado sin compensación alguna, retirando de sus instalaciones los fondos del museo y los del archivo municipal. Años más tarde, la diócesis cerró también el museo diocesano. Solamente se mantiene en el edificio el archivo diocesano. Sus salas vacías se alquilan para la realización de exposiciones temporales.
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