Opinión

La terapia de pareja

Dos manos enlazadas.

[dropcap]U[/dropcap]no de los servicios más demandados en nuestro centro de Psicología, es la terapia de pareja.

La terapia de pareja consiste en proporcionar un lugar seguro para poder comunicarse bajo la guía de un tercero, en este caso, el terapeuta, que ayuda a llegar a los orígenes del conflicto e intentar una comunicación más eficaz, para poder tomar decisiones.

Estas decisiones pueden ser tanto continuar con la relación como terminar con ella.

Cuando las parejas acuden a terapia, vienen ya en las últimas, es decir, habiendo intentado de todo y con la relación terriblemente dañada. Es muy difícil trabajar desde ahí, pero no imposible.

Lo que ocurre, es que las personas que acuden a terapia de pareja, suelen tener una idea equivocada: vienen a demostrar quién tiene la razón, como si fuera una especie de juicio. Quieren que el terapeuta se posicione dando la razón a uno u a otro, y nuestro trabajo dista mucho de todo ello, para eso están los abogados y los jueces.

En terapia de pareja se pide a ambas partes que asuman su parte de responsabilidad, y ese giro, suele costar muchísimo.

Salir de la comunicación de lucha, del “y tu más”, o del sí, “pero es que tú…” cuesta muchísimo cuando lleva instaurada muchos años.

En terapia lo que hacemos es intentar conectar con lo emocional, trabajar muy profundamente una comunicación eficaz y el respeto y empatía a la pareja, que en la mayoría de ocasiones, se ha perdido.

Otro de los aspectos que sorprende, es que la terapia de pareja no sea sólo para continuar con la relación, sino que, en algunas ocasiones, tras una comunicación respetuosa, exposición de necesidades emocionales, etc, se llega a la conclusión de que lo mejor para ambos es no continuar con la relación.

El proceso de terapia de pareja es largo y requiere mucho esfuerzo, insisto, porque cualquier proceso de terapia requiere esfuerzo, requiere trabajar mucho fuera de la consulta implementando cambios y teniendo en cuenta el giro de guion hacia uno mismo y su propia responsabilidad, en vez de responsabilizar al Otro.

Otro de los aspectos a resaltar es que ambos miembros de la pareja han de estar de acuerdo en asistir. No nos vale traer al marido o a la mujer obligada o engañada, pensando que dentro de la consulta le vamos a convencer. Ambos miembros tienen que acudir convencidos y libres. Como digo, la terapia es un recorrido largo y que requiere compromiso y esfuerzo, pero merece la pena.

Cuando las personas consiguen salir del lugar donde se encontraban enquistadas, comienzan a volver a mirarse dentro, a hablarse con empatía intentando reconocer las necesidades del otro, se aprende una nueva forma de relacionarse que difícilmente se olvida, y este proceso, es precioso.

Si deseas conocer más acerca de la terapia de pareja o crees que te vendría bien, puedes visitarnos.

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