[dropcap]U[/dropcap]nionistas es lo mejor que le ha pasado a la ciudad de Salamanca en muchos años, décadas me atrevería a decir si exceptuamos la capitalidad cultural del 2002.
Dicho esto, que muchos consideran una barbaridad sacada de un forofo, de un unionista convencido paso a argumentar porque y lo reiteró, Unionistas es lo mejor que le ha paso a esta ciudad en mucho tiempo.
Desaparecida la Unión Deportiva Salamanca de la que muchos fuimos seguidores, socios y sufridores de su agonía, quedamos vacíos y desilusionados del fútbol, de una identidad no solo futbolística, sino también social y de ciudad a nivel deportivo.
Desde la creación de las sociedades anónimas y a pesar de los años en primera división, que temporadas después se confirmaron como una hipoteca imposible de pagar, varios empresarios invirtieron en la UDS, Hidalgo, Mariano Rodríguez, Campo, …. con el paso de cada uno la Unión cada vez quedaba en peor situación, ampliaciones de capital no cubiertos, continuos cambios en consejos de administración, descensos deportivos, hasta que todos la abandonaron a su suerte y a una muerte irremediable después de 90 años de historia.
Noventa años son muchos años, son varias generaciones de padres e hijos, de abuelos y nietos, de amistades que van envejeciendo viendo a la Unión primero en el Calvario y luego en el Helmántico, que comparten su vida semana tras semana, noviazgos, bodas, nacimientos, fallecimientos,… pasando calor y frío, alegrías por victorias, tristeza por las derrotas, compartiendo noches inolvidables de copa, viendo crecer jugadores de la cantera y haciéndose capitanes, jóvenes que vienen de fuera una temporada y años después triunfan en grandes equipos o en selecciones absolutas. Todo eso es el fútbol, es sentimiento, es pasión, es amistad, es fidelidad, es ilusión, también un desahogo, por qué no, a una rutina laboral o vital que ayuda a continuar, es sentir algo compartido por otra mucha gente y eso se nos fue a la mayoría con la desaparición de la Unión.
A algunos les sirvió para mitigar esos sentimientos, seguir a lo que en esos momentos más se podía parecer a la extinta UDS. Pero a un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, unos cuantos locos, eso no les servía, estaban cansados, no querían que nada se pareciera, ni se imitara, precisamente para que la historia no se repitiera. Este puñado de locos crearon un equipo que homenajeaba a la Unión, y empezando desde lo más bajo, sin sede, reunidos en bares, desde la categoría más pequeña que existe, en apenas 10 años han crecido hasta lo que hoy es Unionistas de Salamanca, el primer equipo de fútbol de Salamanca y la referencia del futbol popular en España.
Pero eso no es lo importante, lo importante de verdad, es que, en esos 10 años, Unionistas no ha dejado de crecer y crecer, quizás ese es el problema de Unionistas en una ciudad como Salamanca, que ha crecido demasiado deprisa y las envidias, los miedos a la pérdida de estatus, protagonismos y privilegios adquiridos hacen que no se vea la magnitud de lo que ha hecho este club por Salamanca.
La creación y crecimiento de Unionistas de Salamanca en estos diez años ha supuesto una ilusión y una esperanza para la ciudad de que podemos tener un equipo en la élite gestionado de otra manera, lejos de la especulación e intereses económicos.
Unionistas de Salamanca en diez años ha creado la cantera más numerosa y fuerte de la ciudad y lo ha hecho sin ir en contra de nadie, lo ha conseguido a base de un trabajo bien hecho, serio y buscando siempre la formación de sus integrantes. Creciendo según ha ido siendo posible, intentando que cada paso fuera estable y hacia delante. Cabe mencionar aquí que es el único equipo de la ciudad que ha pagado por que los niños de sus equipos de base entrenen y jueguen en instalaciones, en este caso de construcción y titularidad municipal pero explotadas y gestionadas por una empresa privada.
Unionistas de Salamanca ha llevado el nombre de la ciudad por multitud de localidades de todo el país, dejando en todas ellas una huella de deportividad, educación y saber estar que es reconocida por la mayoría de las aficiones de los equipos visitados.
Unionistas de Salamanca en diez años ha colocado a su primer equipo a las puertas de la élite del fútbol profesional español rozando los playoffs a segunda división en las dos ocasiones que ha tenido posibilidades y lo ha hecho con una gestión económica basada en la deuda 0, siendo coherentes y rigurosos con los acuerdos acordados en asambleas abiertas en las que cada socio y propietario tiene un voto, independientemente del abono que hayan adquirido. Así de fácil, así de sencillo, así de bonito, así de difícil de realizar y no caer en la trampas o atajos que lo alejen de la esencia y espíritu de un club de todos y para todos.
Suerte lo llaman algunos, quizás en algunos momentos el club haya tenido la suerte, en algún sorteo de competición, quizás en momentos puntuales del juego haya tenido suerte,… pero lo que ha tenido desde el primer momento es una fe en lo que creía, que le ha llevado a enfrentarse con argumentos, coherencia y ejemplaridad a un ayuntamiento que ha ayudado lo mínimo que ha podido, a algún medio de comunicación todopoderoso en Salamanca que a día de hoy, aún sigue negándonos el pan y la sal, de decirle no a una oferta de jugar en el Santiago Bernabéu al mejor equipo del mundo, de apostar por el futuro lanzándose a pagar de su bolsillo un cambio de césped que cuesta 300.000 euros de los que no había ni uno y que gracias al inmenso compromiso de unos, la solidaridad de otros y la generosidad de ambos, los consiguió en apenas tres días, algo que ni los más optimistas podían imaginar.
Unionistas de Salamanca ha logrado volver a poner a la ciudad en el mapa futbolístico, con cobertura en prensa de medios nacionales, tanto deportivos como generales, su presencia en redes sociales es continua y siempre para noticias positivas, amables, que van captando adeptos y simpatizantes a nivel nacional e internacional.
Unionistas de Salamanca ha conseguido que el ayuntamiento haya dotado a Salamanca de una infraestructura deportiva de la que carecía tras desaprovechar la enorme oportunidad que supuso adquirir el estadio Helmantico, dejándolo en manos de capital extranjero y de un empresario que, a día de hoy, no sabemos muy bien para qué lo compró, con nulo arraigo a esta tierra, sin conocimiento de lo que significa ese estadio en Salamanca y la marca de la UDS, la cual no deja de degradar y manchar. Y es que el Reina Sofía, aun sin terminar y con las carencias que pueda tener, está ahí gracias a Unionistas y es de toda Salamanca, aunque ahora por merecimiento deportivo como primer equipo de la ciudad lo utilice Unionistas.
Como último argumento dejaré el sentimental, que quizás sea el más discutible, puesto que es subjetivo a lo que cada persona sienta y experimente, pero cuando ese sentimiento personal se repite de forma parecida en cientos, en miles de personas ya no es tan discutible.
Cuando un sentimiento hace que un grupo de personas se unan por encima de cualquier condicionamiento político, social, económico o de otra índole, se entreguen a una causa compartida, trabajen desinteresadamente aportando cada uno, aquello que cree que más y mejor puede dar de sí mismos, unos llevando las redes sociales, otros limpiando y preparando las instalaciones, otros llevando el día a día del club, otros trabajando en la cantera, otros en el área social porque aunque el fútbol es importante hay otras cosas más importantes aún,…cada uno poniendo su granito de arena para un proyecto común que traspasa lo meramente futbolístico, cuando todo eso sucede como si de un sueño se tratara, a nadie debería incomodar, a nadie debería enfadar, a nadie debería generar sentimientos de envidia, odio o rechazo. Puede no estar de acuerdo, pero debería respetar y reconocer un proyecto que ha sacudido e ilusionado esta nuestra ciudad como no lo había hecho ningún otro en mucho tiempo.
Socio Unionistas de Salamanca Nº1519