La capitulación del Ayuntamiento ante las pretensiones de Unionistas, cediéndole el Reina Sofía al primer equipo (Segunda B), ha abierto el melón del agravio y el club damnificado por esta medida, el Monterrey, que de un día para otro se ha quedado sin campo para jugar y entrenar.
La denominada familia del Monterrey organizó una marcha desde el Reina Sofía y hasta la Plaza Mayor, donde se organizó una pachanguita entre los jugadores de la base y se leyó un comunicado con sus peticiones. Un texto en el que contraatacó reclamando el mismo trato de uso exclusivo de las instalaciones municipales para su club y el resto del fútbol base de la ciudad.
Pidieron un compromiso real por parte del Ayuntamiento de construir un campo de fútbol 11 con césped artificial en la instalación municipal Reina Sofía, junto al estadio. El equipo de gobierno ha dicho que lo haría, pero los incumplimientos con otros compromisos no le confieren demasiada credibilidad a sus promesas.
Un campo que, una vez hecho, quieren utilizar «en exclusividad», tal y como se ha acordado con Unionistas con el campo del estadio, que será de hierba natural.
Un derecho de exclusividad que «han de poder tener el resto de clubes de Salamanca, para mediante dicho compromiso de utilización, asegurar el futuro y la viabilidad de los clubes más humildes». (Puedes ver el comunicado íntegro en este enlace)
También exigen al Ayuntamiento que, excepto el campo de césped natural, el Monterrey, sus socios y seguidores puedan utilizar los vestuarios, aseos y el bar del Reina Sofia integrados en el estadio municipal con el campo de hierba natural.
Galería de fotos, de la marcha, en este enlace
Además, reclaman una solución para la cantera del equipo amarillo durante el periodo de tiempo que duren las obras de realización de ese campo de césped artificial junto al miniestadio, «observando las necesidades del propio club y de aquel que sea el inquilino en usufructo de la instalación adonde se envíe al Real Monterrey».
