[dropcap]B[/dropcap]ienvenidos todos hoy con: “Una digestión sana con yoga”. Esta es la temática de hoy. ¿Cómo puede ayudarte el yoga con tus digestiones?
De cara al verano que va llegando nuestra forma de alimentarnos cambia, nuestros horarios y ritmos también. Los días son más largos y es posible, por ejemplo, que las cenas sean más ligeras pero también más tardías en cuanto al reloj. Así que vamos a ver cómo el yoga es nuestro amigo a la hora de cultivar una digestión sana.
Cuando hablamos de digestión sana hay varios factores importantes para que esta sea saludable y sin molestias. Aquí van algunos tips yoguis para que tu barriga esté sanamente feliz:
- Uno de los factores comunes en la indigestión o digestión compleja es el estrés. Vamos con el tiempo pegado y comemos cualquier cosa, o comemos poco. Para ello: haz yoga. El yoga te da otro ritmo y otro temple. Las prisas son menos prisas y las cosas y los momentos se disfrutan más.
- Esa “falta” de tiempo puede hacer que comas muy deprisa (conozco mucha gente a la que le ocurre) y esto produce incómodos gases y malestar de hinchazón. Al incorporar el yoga esto sucede en menor medida, ya que el movimiento y la respiración consciente son esenciales para una digestión sana. Te diré más abajo alguna postura recomendada para el rollo de los gases.
- Escasez de movimiento: con la práctica de yoga ayudamos al sistema digestivo a través de las asanas (posturas); con ellas masajeamos nuestros órganos y vísceras. Además, creamos espacio entre ellos y se sienten más relajados, realizando así correctamente las funciones que a cada uno le toca.
Posturas para redireccionar tus digestiones en buen camino:
- Posturas de torsión: como, por ejemplo, ardhamatsyendrasana. Las asanas que hacen que gires sobre tu propio eje realizan un efecto de masaje en los órganos digestivos que los ayudan a estimularse y a trabajar eficazmente.
- Posturas de flexión: como, por ejemplo, apanasana. En estas posturas el abdomen queda pegadito a los muslos y hace que los gases encuentren la puerta de salida o se deshagan impidiendo así el dolor que producen.
- Después de una comida de esas de las que te quedas con sensación de “llenazo”: savasana de lado. Realiza esta postura acostándote sobre tu lado izquierdo. Puedes colocar una almohada bajo la cabeza y también bajo las piernas. Respira profunda y conscientemente. Esta postura ayuda a tu estómago en el proceso de digerir todo el alimento.
En definitiva, la práctica de yoga nos invita a un cuidado integral de nuestro cuerpo en aras de una vida saludable. Espero que estas letras te ayuden cuando sea necesario a cultivar un buen tránsito.
Que tengas un buen día y cuides tu energía.
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