Desde finales del pasado me de marzo se han presentado más de 350 denuncias en Francia por ataques con jeringuillas en discotecas y festivales. Esta oleada de agresiones está provocando gran preocupación entre los jóvenes y los propietarios de los locales de ocio.
El extraño fenómeno de ataques con jeringuillas se ha extendido en la noche francesa desde finales del mes de marzo. A lo largo de este tiempo se han interpuesto más de 350 denuncias por picaduras en discotecas, salas de conciertos y festivales, ha indicado ‘France Info’. Solamente en el mes de mayo, las denuncias han rondado las 200. Las víctimas aseguran haber sufrido extraños pinchazos y la Policía ha confirmado que está investigando varios casos, así como llevando a cabo análisis toxicológicos. Hasta ahora, nadie ha sido detenido.
Por el momento, los investigadores desconocen las motivaciones de los sospechosos, así como las sustancias que podrían contener las jeringuillas. La única excepción han sido dos casos en la zona de los Pirineos Occidentales, en los que se inyectó a las víctimas éxtasis líquido o GHB, bautizado como “la droga de las violaciones”, que produce efectos parecidos a los del alcohol. Por otro lado, la preocupación no deja de aumentar, ya que enfermedades como el VIH o la hepatitis B pueden transmitirse a través de pinchazos, y muchas de las picaduras denunciadas no eran resultado de jeringuillas, sino de agujas.
Desde la organización de los festivales de música aseguran que esta cuestión “nos preocupa mucho”. También han indicado que están tomando precauciones y reforzando los protocolos de seguridad. En este sentido, Grégory Allard, director de un festival de música electrónica, ha explicado a ‘La voix du nord’ que serán “extremadamente vigilantes” y llevarán a cabo dobles registros a la entrada del evento.
Las autoridades francesas han recalcado la necesidad de denunciar lo antes posible si se recibe un pinchazo. Esto se debe a que muchas sustancias pueden desaparecer de la sangre a las pocas horas. Francia no es el primer país donde suceden este tipo de agresiones. El pasado año también se denunció por parte de jóvenes británicos el intento de drogarlos mediante pinchazos. De esta manera, el pasado mes de enero, la policía británica confirmó la recepción de hasta 1.300 informes de pinchazos en los seis meses previos.
