El director del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, afirmó este lunes en Valladolid que, de momento, todo indica que “quizás” no sea necesario administrar una cuarta dosis de la vacuna contra el COVID porque los datos en España muestran una estabilidad en la inmunidad que ha generado la pauta completa de vacunación más la dosis de refuerzo. Eso sí, precisó que habrá que esperar a otoño que será el momento de “mayor riesgo”.
Ical.- Con motivo de su participación en una mesa redonda sobre pandemias en la Jornada One Health ‘Salud en todas las políticas’, organizada por los Colegios de Médicos y Veterinarios de Valladolid, Simón reconoció que la causa “fundamental” de la mejora de la situación epidemiológica es la vacunación.
Además, recordó, según recogió la Agencia Ical, que los expertos trabajan para generar toda la información que permitirán, luego, tomar las medidas adecuadas sobre la necesidad o no de poner una cuarta dosis y cuándo sería el momento propicio. “Hay que dejar que trabajen para que nos den las pautas técnicas necesarias para tomar las decisiones adecuadas. Como sociedad y colectivo, habrá que tratar de asumirlas por el bien de todos”, expuso.
Preguntado por si la ciudadanía se ha relajado con el COVID, Fernando Simón reconoció que la población lleva dos años y medio con la pandemia, en los que durante un año hubo medidas muy duras de control con un “enorme” impacto social y económico y, después otro, con acciones más relajadas.
“No es que nos estemos relajando. Es que hay límites para lo que podemos hacer o no. Hay que seguir teniendo cuidado por que esto no se ha terminado pero hay que entender que somos seres humanos, lo que implica mantener una economía y que el sistema sanitario tiene que tratar muchas otras enfermedades. Eso nos obliga a buscar mecanismos para convivir, de la forma más adecuada, con esta pandemia que es diferente a la de 2020”, afirmó.
Reconoció que si es posible acabar con el virus y eliminar el patógeno, será “mejor” pero, en caso contrario, hay que lograr que el impacto en la salud y el sistema sanitario no sea “tan grande” para tener que volver a lo que se vivió al inicio de la pandemia. “Ha cambiado la epidemiología del virus, por lo que tiene que cambiar la aproximación a su control y vigilancia”, destacó.
En cuanto a la proliferación de enfermedades y virus que se conviertan en epidemias y pandemias, el experto epidemiólogo subrayó que las nuevas generaciones deben entender que la transmisión y difusión de las patologías ha cambiado. “Cuando los medios de transporte eran lentos, los riesgos se movían muy despacio pero ahora, se mueven muy deprisa”, alertó. A su juicio, tiene poco sentido hablar de la existencia o no de una pandemia, cuando un riesgo local está en pocas horas en la otra punta del mundo. Por lo tanto, significó que el riesgo pandémico existe “casi constantemente”, aunque existen “muchos más” medios y “mejores” herramientas para detectarlo y controlarlo. “Espero que con la última pandemia del COVID, hayamos aprendido mucho para el impacto será menor”, añadió.
Convivir con el Planeta
Antes de participar en la mesa redonda junto al investigador del CSIC Fernando Valladares y el catedrático y experto en salud animal Christian Gortázar, el director del CCAES dejó claro el impacto del hombre en el Planeta. “Nosotros, llevamos, escasamente, unas décimas de segundo en el mundo, que tiene 4.500 millones de años y el homo sapiens lleva apenas 200.000 años en él. Formamos parte de algo mucho más grande que el ser humano y hay que aprender a convivir con este mundo para así conseguir que nos deje estar en él un poco más. Hasta ahora, hemos hecho un uso inapropiado de los combustibles fósiles o un enorme volumen de consumo, que no son adecuados para el hombre, lo que ha traído otros riesgos asociados”, reflexionó. Es por ello que abogó por tener un mundo que acepte “correctamente” a los seres humanos y no les expulse.