El morro de cerdo, también conocido como jeta o careta, es básicamente la piel la carne de la boca de este animal. Es una de las partes más demandadas por los consumidores, especialmente en hostelería. Para su cocinado existen multitud de formas, sin embargo, los expertos siempre recomiendan cocer esta pieza antes de guisarlo.
Esta carne, rica en minerales y vitamina B, es muy sabrosa y no contiene un aporte calórico tan alto como podría esperarse al ser de cerdo. Concretamente, cada 100gr de morro de cerdo guisado aportan unas 150kcal. Entre otras formas de cocinar el morro, las más comunes son freírlo, hacerlo al horno, o asarlo a la parrilla.
Desde la Casquería Lope Alonso de Burgos explican que la mejor manera de cocinar esta pieza del cerdo es asada a la brasa. Además, el truco fundamental consiste en asarlo despacio y dar bastantes veces la vuelta para que no se queme. No obstante, la cuestión principal para la elaboración de la jeta de cerdo para por cocerla previamente.
Una vez hayamos lavado bien el morro, se deja macerando unas 24 horas, por ejemplo, con ajo, perejil y vino blanco. Pasado ese tiempo hay que cocerlo con agua, sal y un par de hojas de laurel. Si empleamos una olla exprés, se debe cocinar unos 30-40 minutos, mientras que si lo hacemos en una normal, debe estar durante 90 minutos. Finalmente, se debe comprobar si está tierno pinchándolo.
El último paso consiste en el guiso. Cuando esté cocido y escurrido, se corta en trozos y se cocina, con un poco de aceite, sal y pimentón. Como ya se ha mencionado, existen múltiples opciones, desde el horno, la plancha o la sartén, pasando por la parrilla.