El Torreón medieval del municipio salmantino de Santibáñez de Béjar ha sido incluido en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra. Este monumento, uno de los emblemas locales, “se encuentra en estado de abandono y ruina progresiva, con riesgo de nuevos derrumbes”.
La Lista Roja del Patrimonio sigue aumentando a costa de la inclusión de inmuebles salmantinos deteriorados. Uno de los últimos en incorporarse a ella es el Torreón de Santibáñez de Béjar, una fortificación militar cuya construcción comenzó a finales del siglo XII y finalizó a principios del XIII (1198-1203). Fue erigida por orden el Marqués de Fuente del Sol y fue de gran importancia en la zona hasta que, en el siglo XIX se abandonó. Está ubicada en una finca de titularidad privada.
Esta atalaya, conocida popularmente en Santibáñez como “La Torre” es quizá el monumento histórico más emblemático del municipio, junto con la iglesia de Santiago Apóstol y la ermita. Tal es su importancia que el escudo municipal cuenta con dos torres, en referencia a esta y a otra de iguales características que estaba próxima y de la que quedan algunos vestigios. Asimismo, una de las asociaciones del pueblo toma el nombre del emblemático lugar, se trata de la Asociación Cultural y de Mujeres ‘La Torre’.
Desde el año 1949 es Patrimonio Histórico Español y, desde 2011, Patrimonio Cultural Europeo. Además, la Torre de Santibáñez de Béjar es un Bien de Interés Cultural (BIC). Como se indica desde el Ayuntamiento de la localidad, el torreón “está catalogado en la sección de Monumentos de Arquitectura Militar del ‘Inventario de Protección del Patrimonio cultural europeo’ con la descripción de ‘Torre de la Edad Media, en estado de ruina, que precisa de obras de consolidación. Conserva una silueta interesante’”.
Su construcción se realizó a base de mampuesto de granito. En su interior tuvo tres alturas, aunque a día de hoy está totalmente hueco. La primera altura se dedicaba a caballerizas, la segunda era para la guardia y cuenta con muros artilleros, mientras que la tercera y superior se destinaba a vivienda. Cuenta con una altura de 11 metros, una planta cuadrada (6,60m de lado) de unos 40 metros cuadrados y una puerta con arco apuntado sin clave. En su parte superior, pese a que actualmente está deteriorada, el remate pudo ser almenado.
Como ya se ha mencionado, el monumento se ubica en el interior de una finca privada. Esta situación provoca una mayor complicación de cara a las posibles actuaciones para la conservación de esta construcción medieval. Hace unos años, los propietarios de la parcela, con una superficie de 1,3 hectáreas, pusieron a la venta la misma por un valor de 100.000€. Desde el Ayuntamiento se solicitó a la Junta de Castilla y León un estudio técnico, con el fin de valorar las posibilidades existentes. Sin embargo, la falta de fondos y de voluntad política de las diferentes Administraciones, así como la desorbitada cifra solicitada por los vendedores han provocado que no se haya actuado.
La historia de ‘La Torre’
Los inicios del monumento santibañejo se remontan a finales del siglo XII, cuando se comenzó su construcción por orden del Marqués de Fuente del Sol. Inicialmente fue un puesto de vigilancia además de torre fronteriza, desde la que se controlaba el pueblo y sus alrededores. Junto con la actual construcción había otra de similares características, de la que actualmente solo quedan vestigios. Asimismo, contaba con una pequeña fortificación complementaria, ahora inexistente.
Durante muchos años, las dos torres dominaron el paso hacia el Reino de León, camino del municipio colindante del Guijo de Ávila. Sin embargo, quizá su papel más destacado tuvo lugar durante la Guerra de Sucesión Castellana entre Isabel de Castilla, conocida como ‘la Católica’, y Juana la Beltraneja, conflicto en el que fue una plaza importante. Los dueños de la torre de Santibáñez tomaron partido y lucharon en favor de Isabel, quien resultó vencedora y se asentó en el trono de Castilla.
Este importante papel se vio favorecido por el hecho de estar ubicada en la línea defensiva del bando isabelino, donde también estaba construida la atalaya del Guijo de Ávila. Sin embargo, esta última se encontraba en manos de los partidarios de Juana. Dicho motivo supuso que, una vez finalizada la guerra, se decretase el derribo de la fortificación del Guijo, salvándose por el contrario la de Santibáñez, que continuó en uso hasta el siglo XIX cuando finalmente se abandonó.
Inclusión en la Lista Roja
El pasado 10 de junio, Hispania Nostra incluyó esta edificación en su Lista Roja del Patrimonio, debido a que se encuentra en “estado de abandono y ruina progresiva, con riesgo de nuevos derrumbes”. En este sentido, ya se han producido daños en su parte superior y los muros presentan algunas grietas preocupantes, que podrían llegar a amenazar la propia integridad del monumento declarado BIC.
Junto con esta construcción, la Lista Roja cuenta con más de 1.100 “elementos del patrimonio cultural español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores”. En Castilla y León hay más de 300 y en la provincia de Salamanca, casi 50. Entre otros de los elementos de la zona incluidos en dicha lista se encuentran el Torreón de Guijuelo, la Estación del Ferrocarril de Fuentes de Béjar, el Castillo y Muralla de Salvatierra de Tormes o el Torreón de Cespedosa de Tormes.