Las denominadas BA.4 y BA.5, subvariantes de ómicron, están siendo las causantes de la séptima ola de covid en España. Estas cepas han ganado terreno frente a la BA.2, mayoritaria en la sexta ola. Un reciente análisis ha determinado la sintomatología de estos nuevos linajes del coronavirus.
Hace unas semanas, el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades avisó de que las subvariantes BA.4 y BA.5 “pasarían a ser dominantes en toda la Unión Europea”. Ahora, la séptima ola se está propagando tanto por España como por otros países, con dichas cepas como protagonistas.
Los contagios producidos por BA.4 y BA.5 presentan algunas novedades con respecto a otras variantes de ómicron. Tienen una mayor capacidad de esquivar los anticuerpos, lo que provoca que sean más contagiosas. Además, la duración de sus síntomas es mayor que los de BA.1, siete días frente a cuatro respectivamente.
Las autoridades sanitarias francesas han elaborado un estudio sobre los síntomas comunes de los dos nuevos linajes. De esta manera, han determinado que el más frecuentes es la fatiga o astenia (afecta al 75,7% de los positivos), seguido de la tos y la fiebre (58,3%), el dolor de cabeza (52,1%) y la secreción nasal (50,7%). Asimismo, otros como la pérdida del olfato y el gusto, los vómitos y diarreas, el dolor muscular o de garganta, la dificultad para respirar, la disnea y los vértigos, tienen una mayor probabilidad de surgir que con la variante ómicron original.
El virólogo Estanislao Nistal ha explicado en Telemadrid que los síntomas “duran unos días más que con ómicron, sobre siete días de síntomas”. Pese a ello, “los síntomas más intensos también parecen estar desapareciendo antes con las nuevas variantes”. Finalmente, ha añadido que “parece que la desaparición de los antígenos tarda más”, en los contagiados con las nuevas variantes, lo que explicaría que “podemos seguir dando positivo en los test” aunque no se presenten síntomas.
