Una de las sensaciones más placenteras consiste en meterse en la cama con las sábanas recién lavadas, así como secarse con una toalla por primera vez tras haber salido de la lavadora. Sin embargo, el hecho de lavar las sábanas y las toallas no es algo que se haga tanto como se debería.
Entre las sábanas y las toallas se pueden acumular multitud de restos y seres vivos microscópicos. Debido a ello, estos artículos deben someterse a una limpieza periódicamente. Pese a ello, muchos se preguntan cada cuánto tiempo exactamente debería llevarse a cabo ese lavado.
En primer lugar, respecto a las sábanas, los expertos recomiendan lavarlas una vez a la semana o cada dos semanas. Aunque pueda parecer que están limpias, debido al contacto tan cercano y directo que se tiene con ellas, pueden acumular microorganismos procedentes de nuestro propio cuerpo.
Asimismo, también hay otras rutinas a tener en cuenta para mantenerlas en buen estado. Entre ellas, se debe ventilar la cama todos los días, así como lavar las sábanas más frecuentemente cuando hace más calor, ya que se suda más. La higiene de las fundas de las almohadas y el colchón también es esencial.
Por otro lado, en cuanto a las toallas, debido a su función y su grueso tamaño, recogen mucha humedad. Por este motivo, la frecuencia del lavado dependerá del uso que se haga de ellas. En este sentido, los expertos recomiendan meterlas a la lavadora cada tres usos.
Así pues, las toallas de manos deben lavarse más a menudo, ya que están más expuestas a los gérmenes y la suciedad. El olor a humedad es un buen indicador de la necesidad de cambiar la toalla. Si se nota este olor antes de los tres usos, habrá que lavarla.