Desde la Unión Europea ya se está trabajando ante la posibilidad de un corte total del gas procedente de Rusia. En este sentido, Bruselas ha planteado recomendar unas temperaturas límite para el aire acondicionado y la calefacción.
La Comisión Europea ha pasado a la acción ante un posible corte total del gas ruso. De las recomendaciones que ha venido haciendo los últimos meses, ahora está trabajando en un plan de ahorro energético. Dicha norma, que la Comisión aprobará el próximo miércoles, contemplará medidas obligatorias para los socios, con el fin de acumular las máximas reservas posibles de gas, ante un invierno que se prevé complicado.
Entre las medidas, la más destacada será el límite a las temperaturas de aires acondicionados y calefacción. Respecto a los primeros, habrá que mantener el termostato por encima de 25 grados. Por su parte, en las segundas, la temperatura máxima será de 19 grados. No obstante, dicho tope afectará a edificios públicos y centros comerciales. Además, han querido enviar un mensaje de tranquilidad a las familias, recalcando que los hogares y algunos servicios sociales esenciales serían los últimos en sufrir racionamientos. Esto se debe a que son consumidores protegidos.
El informe destaca que “el ahorro de gas se puede materializar ya durante el verano”, reduciendo el consumo eléctrico de los sistemas de refrigeración. Por su parte, en invierno, este ahorro podría ser mayor empleando “fuentes alternativas de calefacción” o mediante campañas de concienciación.
Asimismo, la Comisión ha pedido que las medidas se apliquen en la fase de alerta de los planes nacionales de emergencia para el sistema gasista. También ha indicado que “apoya firmemente las mejores prácticas. Como la idea de subastas o sistemas de licitaciones para incentivar una reducción del consumo de consumidores industriales dejando que las industrias ofrezcan esas reducciones del consumo de gas a cambio de compensación”.