En los últimos meses, la administración de terceras dosis de la vacuna contra el COVID ha sufrido un notable descenso. Por unos u otros motivos, muchos que los que recibieron las dos primeras vacunas, no se han puesto la tercera. Este motivo es uno de los que han provocado el estallido de la séptima ola de contagios.
Durante 2021, la campaña de vacunación en España fue un éxito, con 9 de cada 10 mayores de 12 años y el 99% de los mayores de 60 años con las dos primeras dosis. Sin embargo, los datos de 2022 no están siendo tan positivos, y es que aunque los niveles de protección siguen siendo elevados, 1 de cada 3 mayores de 20 años no ha recibido la tercera dosis de refuerzo.
Si bien es cierto, las diferencias entre grupos de edad son notables. Mientras que el 92% de los mayores de 60 años han recibido las tres dosis, sólo el 41% del grupo entre 20 y 29 años cuentan con la pauta completa.
El presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García, considera que “dos dosis son mejor que ninguna. Pero la evidencia científica nos dice que la respuesta inmunitaria adecuada se consigue con tres. Quizá eso es lo que no hemos sabido transmitir a la población y ha quedado la idea que con dos dosis ya valía y la tercera era un añadido”.
Por su parte, el jefe de servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla), considera la pérdida de miedo al coronavirus como el principal motivo de las bajas tasas de administración de terceras dosis. “Ese fue el elemento que favoreció la elevada inmunización lograda en la primera parte de la campaña. Pero la mejora de la situación epidemiológica ha llevado a cierta relajación. Si tienes una población poco motivada, la campaña no avanza”, expone.
“Esta ola hubiera sido más pequeña con más gente con la dosis de refuerzo. La vacuna reduce los contagios y los casos graves en cantidad y virulencia. Es la lección que debemos aprender para el otoño, cuando empiece a administrarse la cuarta dosis entre los mayores de 60 años”, concluyen ambos expertos.
