Una de las tareas del hogar más odiadas es planchar. Pese a ello, muchas veces no queda otra, ya que algunas prendas como las camisetas o las camisas pueden quedar muy arrugadas tras el lavado. No obstante, el truco que se expondrá a continuación evitará tener que planchar la ropa.
Algunas prendas como la ropa interior, las toallas o las sábanas pueden guardarse sin necesidad de plancharlas, otras como las camisas o las camisetas son las que más se arrugan después del ciclo de lavado. Aunque plancharlas parece algo inevitable, hay quienes optan por no hacerlo, poniéndose la ropa con las arrugas.
Sin embargo, para quienes prefieran llevar la ropa sin arrugas, pero no les guste planchar, existe un truco muy efectivo. Simplemente consiste en bajar al mínimo el centrifugado cuando programamos el lavado. Esto se debe a que, tras el ciclo de centrifugado, la ropa sale de la lavadora mucho más arrugada, por lo que habrá que plancharla.
La solución pasa por bajar el centrifugado hasta las 400 rpm, o incluso menos. De esta manera, la ropa se golpea y se arruga menos. Además, la verdadera razón pasa por la propia fuerza de la gravedad. Y es que, con un menor centrifugado, la ropa sale empapada de agua, por lo que el peso de la ropa húmeda hará que las prendas se ‘planchen’ por sí mismas.
Por otro lado, para facilitar más aún este proceso, se pueden colgar las camisas y camisetas en perchas al sacarlas de la lavadora. De esta manera, se cuelgan las perchas en el tendedero o la barra de la ducha, evitando además de planchar, las marcas de las pinzas.