Opinión

Sentencias ejemplares

Un martillo de juez virtual. Fotografía. Conny Schneider en Unsplash.

[dropcap]E[/dropcap]ste 28 de julio, en referencia a una declaración de culpabilidad hacía un hombre de 62 años por el suicidio de un menor tras enviarle 119 mensaje en tres horas amenazándolo y acosándolo y después de haber probado su autoría en un delito de homicidio doloso, la expresión más utilizada, es la de: «Sentencia ejemplar“.

Personalmente, después de ver todo lo que veo a diario, no creo que sean “ejemplares “, ya que nunca repararan el daño causado y que se tachen de ejemplares da lugar a que se piense que todas las partes han quedado compensadas. Que se tienen que tomar como ejemplo para sentar un precedente ante futuras sentencias es otra cosa y por supuesto, ahí si que tengo que rendir pleitesía, porque abrió un camino difícil, que servirá para seguir impartiendo justicia, aunque sea tarde para una de las partes. Lo que si espero es que haya traído consuelo a la familia de este menor, aunque pienso que esto no lo tendrán nunca.

Quienes a diario vemos la maldad humana y hasta donde llegan las palabras, indudablemente aplaudimos que se sienten precedentes que nos faciliten el trabajo que a veces la propia administración no hace, que deja la sensación que cometer un delito sale gratis en este país.

Si tuviéramos que hablar de la impotencia que se siente cuando vemos como las condenas si tenían que ser ejemplares y no lo son, podríamos sentir el dedo en la llaga, en mucha gente, en las que yo misma me incluyo. Si hablamos de exigir responsabilidades a quienes tienen que ser responsables, porque así lo dice la propia Ley y no depuran esas responsabilidades, porque esa misma Ley los protege o les da la clave para que no sean responsables de acciones de las que si tuvieran ética o la conociesen tendrían que responder, también tendríamos bastante que decir, pero las palabras se las lleva el viento, por sus hechos se les acabará conociendo.

El poder de la palabra es infinito y lamentablemente lleva a acciones como la que describe esa “sentencia ejemplar“, pero cuidado con darse por vencido ante algo que es injusto a los ojos de todo el mundo y etiquetarlo, así como si de la mayor de los logros se tratara.

Ya que estamos con noticias de actualidad, me llama poderosamente la atención la que se hace pública este viernes, en la que, en ciertas comunidades, la figura del coordinador de bienestar, al que por ley están obligados los centros educativos, el próximo año la asumirá un profesor del centro que dependerá del mismo director. Ante esto, he de decir simplemente que gané la apuesta que hice y ¿saben por qué? Porque lamentablemente cambian poco las cosas en este país. Mucho bombo, mucho platillo, pero seguimos siendo un país de pandereta, que no tiene intenciones y sí muchos intereses.

Sean felices y disfruten del verano, es lo que nos queda después de ver lo afortunados que podemos llegar a ser por ser quienes somos y tener la libertad de serlo.

Asociación Salmantina Contra el Bullying y el Ciberbullying

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