Es una de las citas estelares de las fiestas de Guijuelo y, como manda la tradición, no defraudó a nadie.
El chupinazo que marca el inicio oficial de las fiestas de la villa, congregó a una multitud de jóvenes en la Plaza Mayor para dar rienda suelta a su desinhibición y empaparse de la fiesta que no ha hecho nada más que comenzar.
Los disfraces, la música, la sangría volando,… el jolgorio en todo su esplendor volvieron a la villa chacinera.