El beneficio neto de Iberdrola se situó en 1.831 millones de euros hasta el tercer trimestre de 2014, lo que supone un descenso del 19,5%.
El Ebitda (resultado antes de pagar impuestos, intereses y descontar la depreciación y amortización de activos, o sea, el valor real de la compañía) crece el 1,4% (5.211 millones de euros) gracias al buen comportamiento operativo y a las inversiones realizadas en los últimos años, «pese al impacto de la regulación renovable en España y de la sequía en Brasil».
La evolución positiva del Ebitda continuará en el último trimestre, con la previsión de alcanzar los 6.600 millones al cierre del ejercicio de 2014, gracias a la contribución positiva de todas las áreas, según indica la empresa.
El flujo de caja operativo alcanza los 3.998 millones de euros y supera la inversión bruta realizada en todos los negocios, que se sitúa en 2.344 millones de euros.
Menos deuda
La deuda baja respecto al cierre del tercer trimestre del año anterior y se sitúa (sin déficit) en 24.673 millones de euros. La esperada titulización del déficit de tarifa correspondiente a 2013 antes de fin de año permitirá a la empresa mejorar y anticipar el objetivo de deuda marcado para 2016.
La fortaleza del modelo de negocio de Iberdrola hará posible mantener para 2014 la remuneración al accionista en, al menos, 0,27 euros por acción, con una rentabilidad por dividendo superior al 5%.
