Todo apuntaba a que la enfermedad de la polio estaba a punto de ser completamente erradicada. Sin embargo, recientemente se han detectado muestras del virus en alcantarillas de Londres y un nuevo contagio en Nueva York, el primero en el país en una década.
La enfermedad de la polio se consideraba prácticamente erradicada en el mundo, ya que los casos se habían reducido en más de un 99%. Pese a ello, han vuelto a saltar las alarmas, primero en Londres y después en Nueva York. En la capital británica se detectaron a finales de junio muestras del virus que causa la poliomielitis en alcantarillas. Ahora, un nuevo caso se ha notificado en el condado de Rockland, un suburbio de Nueva York (EE. UU.).
El contagiado es un joven no vacunado que contrajo la polio en junio y sufrió una parálisis. Como consecuencia de ello, las autoridades han pedido extremar las precauciones debido a que es una enfermedad muy contagiosa. No obstante, consideran muy improbable que se produzcan nuevos contagios entre las personas nacidas en el país. Tras ello, la vigilancia de las aguas residuales halló varias muestras con resultado positivo por polio. Tanto en el condado de Rockland, en el de Orange y en la propia ciudad de Nueva York. Además, algunas de las muestras presentaron relación genética con la cepa que contrajo el joven.
Tal y como han indicado los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la poliomielitis ha circulado por el área metropolitana de Nueva York varios meses. La investigación de los CDC ha señalado que el contagiado no ha viajado al extranjero desde que contrajo la enfermedad. No obstante, acudió a una reunión con bastantes personas 8 días antes de presentar síntomas. Cabe mencionar que, desde la exposición inicial al virus, pueden pasar entre 7 y 21 días hasta desarrollar la parálisis.
Gracias a los análisis genéticos, se ha conocido que la cepa que circula en el área metropolitana de Nueva York está vinculada con muestras de aguas residuales de Israel y Reino Unido. La Agencia de Seguridad Sanitaria británica (UKHSA) explicó en junio que el brote que se detectó en Londres estaba provocado por una persona que regresó al país tras vacunarse contra la polio por vía oral y propagó el virus a nivel local.