Torre del Botón

Construida en el S XV no se sabe a ciencia cierta quien fue su verdadero constructor
La Torre del Clavero.

La Torre del Clavero  se encuentra situada entre dos calles, la de Miñagustín y la calle Consuelo. Construida en el S XV no se sabe a ciencia cierta quien fue su verdadero constructor, pero el nombre de Francisco de Sotomayor, quien era Clavero Mayor de la Orden de Alcántara resalta sobre el resto, de ahí el nombre con el que se conoce a la torre.

Por. Laura Tejero

Perteneciente al estilo gótico, resalta por su ratinado remate en la parte superior, donde se encuentran los ochavos sobre los que sobresalen garitones cilíndricos de una base que pretende imitar a la cestería y cierran con capacetes de la época de Felipe II.

Entre las muchas curiosidades, destaca que, visto desde arriba, la forma se asemeja al botón típico salmantino conocido como charro.

Es desconocido el motivo por el cual la torre no se destruyó a pesar de que los Reyes Católicos lo ordenaron, si bien fue por su belleza o por su afán de conservarla debido a que pertenecía al clavero de una orden militar.

Varias son las leyendas que existen acerca de esta torre, la más conocida tiene como principal protagonista a un fantasma negro. Se cuenta que salía a la noche con el fin de asesinar a aquellos caballeros que pertenecían al bando de Doña María Brava, una de las familias nobles perteneciente al bando enemigo de los dueños de la fortificación, y que, tras matarlas, colgaba sus cabezas en lo alto de la torre.

Otro de los mitos relata la historia de dos enamorados, Leonor, hija del dueño de la torre y Ramiro, heredero del señor de las Cuatro Torres,  familias que estaban enfrentadas desde hacía años. Con una huida planeada, Leonor lanza un cordón por la ventana en, la que abajo le esperaba su amado. El romance que iba a continuar con una boda, acaba con la muerte de Leonor a manos de su propio padre, quien prefiere verla muerta que casada con el enemigo.

Vídeo. Jorge Colino

 

1 comentario en «Torre del Botón»

  1. Mucho presumir de monumentos, pero el poco respeto hacia ellos duele, el cartel taurino colgado a la entrada de la Plaza Mayor es un claro ejemplo Ante un lugar mágico, maravilloso, Patrimonio de la Humanidad, plantan el cartel, que no solo deprecia la entrada al recinto, además molesta a los antitaurinos

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