Desde marzo de 2022 hasta esta fecha, la plantilla de Interventores de la residencia de Salamanca se ha reducido prácticamente en un 30%, según denunció este miércoles la UGT.
En la actualidad la mayoría de los trenes del corredor de Valladolid circulan sin interventor y durante los meses de julio y agosto de 2022, «en alguno de ellos incluso se han producido hechos que ponen en riesgo a nuestros clientes, como por ejemplo un botellón o como cuando es el maquinista el que ha tenido que salir de la cabina de conducción al no funcionar la megafonía de los vehículos o también para asegurarse de que las puertas funcionan correctamente para que bajen los viajeros en los trenes que paran en todos los puntos intermedios entre Salamanca y Valladolid», dice el sindicato.
La figura del interventor tiene funciones de seguridad, de autoprotección y de fiscalización e información al usuario, así como de la comercialización de los billetes en ruta de Media Distancia, además de ser la cara visible de la empresa y los encargados del manejo de los desfibriladores instalados en los vehículos en caso de necesidad.
A partir del mes de septiembre de 2022, se prevé un incremento importante de clientes, (debido a las medidas implementadas por el Gobierno a fin de aminorar el impacto económico de la crisis energética que estamos viviendo), con lo que el porcentaje de clientes van aumentar, con ello las incidencias y con menos personal ferroviario para poder subsanarlas.
Desde UGT reivindican la figura del Interventor en todos los trenes y solicita a Renfe el aumento de la plantilla en la residencia de Salamanca para que estén presentes en todas las circulaciones de Media Distancia junto al maquinista.