El Hospital Universitario de Salamanca (300 millones de inversión) se ha construido con más de diez años de retraso, pero se ha inaugurado con prisas.
Siguen sin funcionar algunas instalaciones (el helipuerto y la cafetería, por ejemplo) y otros requieren la realización obras por otros 2 millones de euros, porque no caben los equipos de radiodiagnóstico.
Eso obliga a improvisar soluciones, sobre todo en el caso de los familiares y visitas, que no tienen forma de comer algo caliente en cientos de metros a la redonda, por lo que recurren al servicio de comida a domicilio para alimentarse.
Este domingo se pudo ver a un repartidor de Glovo entrando en el hospital con un pedido.